Para que tu perro tolere mejor al veterinario, puedes realizar visitas sociales de bajo estrés para que se familiarice con el lugar y el personal, ofrecerle golosinas y juguetes para crear asociaciones positivas, y familiarizarlo con manipulaciones similares a las del veterinario en casa, como revisarle las patas o los oídos. Es importante mantener la calma y usar refuerzos positivos para crear una experiencia más agradable para él.