Buenas tardes,
Los gatos son territoriales de forma natural, por lo que los cambios de "territorio", es decir, de casa, pueden afectar a su comportamiento. De hecho, se dice que los gatos pasan el 90% de su tiempo (despiertos) explorando y protegiendo su territorio. Para un gato casero, los cambios de casa pueden ser muy, muy estresantes.
Uno de nuestros lectores nos comentaba un caso similar al tuyo. Este lector tiene dos gatos, un macho y una hembra. Se desplaza dos veces por semana, durante los fines de semana, a su segunda residencia. En la primera, sus gatos se comportan de forma normal. En la segunda, no observa cambios en el comportamiento de la hembra. Sin embargo, el macho, está mucho más agitado, llegando a morder fuertemente los muebles de la habitación en la que duerme su cuidador.
Lo que no hemos visto con anterioridad es un gato que obedezca más en la segunda residencia... ¡Esto es la primera vez que lo escuchamos!
Los gatos desarrollan un vínculo muy fuerte con su entorno, por lo que se recomienda que se establezcan las mismas rutinas en ambas casas para que tenga la máxima sensación de continuidad y familiaridad. Hay expertos que recomiendan difundir el olor del gato por toda la casa. Para esto, puedes coger un paño de algodón suave, frotarlo suavemente alrededor del hocico y cabeza. Después pasa el paño por distintos sitios de la casa: puertas, muebles, paredes...
También hay difusores y aerosoles que esparcen hormonas imitan el efecto de marcado del territorio del gato, lo que contribuye a proporcionarle tranquilidad.
Esperamos haberle sido de ayuda.
Un saludo del equipo de Wamiz