Buenos días MorenooA,
Las heridas en la zona del rabo se pueden producir por numerosas razones: arañazos con plantas espinosas, mordeduras de otros animales o del mismo perro, heridas por armas de fuego, cortes con cristales o latas, pulgas y garrapatas, caídas de cierta altura...
Para poder salir de dudas, tienes que acudir a tu veterinario de confianza para que le haga una exploración física, con su radiografía. Algunos propietarios hacen ellos mismos vendajes que terminan siendo desastrosos porque es una zona muy compleja por la escasa vascularización que llega y se puede provocar un problema gordo con la falta de riego sanguíneo.
Además, algunas veces las heridas son difíciles de curar porque cuanto más nos acercamos al extremo hay menos tejido que recubre las vértebras del rabo y porque la sangre llega con más dificultad.
A veces basta con limpiar la herida, afeitar el velo y proteger la zona. No obstante, en otras ocasiones la herida puede llegar a acarrear problemas de salud mucho más graves.
Entre las lesiones más frecuentes se encuentra la fractura, que puede deberse a un pisotón accidental, a haberse pillado la cola con alguna puerta, etcétera. Para saberlo hay que acudir al veterinario, porque es posible incluso que le genere problemas a la hora de hacerse sus necesidades.
Si la cola sangra puede ser por una úlcera. Esto sucede porque los perros no pueden parar de mover la cola y se la golpean contra todo, provocándose en ocasiones úlceras sangrantes.
Los perros también pueden morderse el rabo con excesiva frecuencia debido a una infestación de pulgas o de garrapatas. Si es así, después de desinfectar y vendar la zona dañada, hay que abordar el problema de los parásitos. El veterinario indicará el procedimiento.
También está el síndrome de la cola fría, que es un problema muscular, no de hueso. Los síntomas son: cola caída como si estuviera partida, dolorida y muy sensibilizada.
Te recomendamos mirar de cerca el comportamiento de la cola y evitar acariciar esta parte del cuerpo. De hecho, a los perros no les suele gustar que le toquen al rabo, aunque esté sano. Puede ser muy útil el uso del collar isabelino.
En cualquier caso, hay que examinar al perro porque son tantas las posibilidades que solo un profesional te puede dar la solución.
Esperamos haber servido de ayuda:
Atentamente:
El equipo de Wamiz España.
