Hola, la lejía, al igual que otras sustancias desinfectantes que poseen cloro, es tóxica y peligrosa para nuestras mascotas. Al entrar en contacto con la piel, mucosas o ser ingerida puede ocasionar cuadros de intoxicación, dependiendo de su concentración.
Algunos signos a tener en cuenta en el caso de haber sido ingerida son: presencia de quemaduras, ampollas en la boca y lengua, zonas de diferente coloración en la lengua, inapetencia, vómitos, diarreas, tos, dificultad respiratoria. Si ha estado en contacto con la piel es posible observar zonas inflamadas, que se tornan secas y agrietadas.
Si tu perro ha lamido lejía recientemente, debes enjuagar su boca y lengua múltiples veces con abundante agua y acudir inmediatamente con tu médico veterinario para que sea revisado.
Un saludo