Argos era el perro de uno de los héroes legendarios de la mitología griega, Ulises. Y pasó a la historia por su enorme demostración de fidelidad hacia su humano: fue el único que le reconoció tras 20 años fuera de casa.
Después de diez años de guerra y diez años de viaje de regreso, cuando Ulises volvió a Ítaca pidió a la diosa Atenea que le otorgara aspecto de mendigo para evitar a sus enemigos. Tal fue el cambio que ni su esposa le reconoció.
¿Qué significa el nombre de Argos?
Solo el perro del rey de Ítaca supo identificarlo. Precisamente el nombre de Argos se refiere a un personaje mitológico de cien ojos y muy vigilante. Puede que ese poder de observación, muy propio de los perros, hiciera que Argos se reencontrara con Ulises.
¿Qué raza era Argos?
Además, se cree que la raza de Argos era Saluki, un perro que se caracteriza por ser cariñoso y muy inteligente. Es posible que todo esto influyera en que el perro de Ulises sea una de las primeras historias registradas de fidelidad del perro hacia el hombre.
¿Cómo muere el perro de Ulises?
El encuentro entre Argos y Ulises fue demoledor. Pese al aspecto polvoriento y viejo de Ulises, el anciano perro sabía a quien tenía delante.
El animal se arrastró como pudo hasta los pies de su humano. Se giró trabajosamente para saludarle, movió el rabito de alegría. Le estaba diciendo a Ulises “sé que eres tú”. Sin embargo, quien fuera rey de Ítaca no podía salirse de su papel de mendigo.
Ulises solo pudo mirar de reojo a su perro, derramar una lágrima por el encuentro y seguir su camino. Pero antes de marchar, cuenta la historia que Argos murió en ese preciso instante, a los pies de Ulises.
Parece que el perro hubiera esperado 20 años al regreso de Ulises para demostrarle su plena lealtad y despedirse para siempre.
Causa animal
