Durante su paseo matutino con Carlo, su perro mestizo, la tranquila caminata se convirtió de pronto en una experiencia macabra e inolvidable.
De repente, Carlo empezó a ladrar con fuerza, llamando la atención de su cuidadora sobre algo que había entre los arbustos. A primera vista, el objeto parecía un inofensivo palo.
El alarmante descubrimiento de Carlo
La propietaria pensó que podría ser una broma de Halloween, confundiéndolo con un dedo de plástico. Pero una inspección más cercana reveló la horrible verdad.
Conmocionada, la mujer, de nacionalidad alemana, llamó inmediatamente a la policía. Los agentes recogieron el dedo amputado y lo enviaron a un hospital para su análisis. Pero, ¿de dónde venía el dedo?
Accidente con fuegos artificiales
Más tarde, las autoridades germanas confirmaron que el dedo pertenecía a un hombre de 33 años que había sufrido un grave accidente con los fuegos artificiales en Nochevieja.
El hombre, que perdió dos dedos, fue trasladado al hospital la noche del hallazgo, pero los médicos no pudieron reimplantarle el dedo amputado. Por su parte, el segundo dedo aún no ha sido encontrado.
Mientras tanto, la búsqueda del otro dedo continúa. Un accidente que sirve de crudo recordatorio sobre el peligro de los fuegos artificiales.