Perro de agua francés

Aunque se trate de un perro de trabajo, se siente muy unido a su familia adoptiva.

Adora jugar, sobre todo con los niños.

Es un perro equilibrado: con aguante cuando está en acción, aunque sereno cuando está en su hogar.

Es vivaz, aprende muy rápidamente y tiene un gran potencial en el trabajo acuático. Es muy dócil, se adapta a todo tipo de situaciones y es muy bondadoso.

Es un buen perro de caza versátil y fiable que no duda en darse un chapuzón (incluso si el agua está fría) mientras trabaja; hay que recordar que la natación es muy beneficiosa para los perros.

No es un perro agresivo sin motivos, puede ser desconfiado aunque sabe diferenciar entre un invitado y un intruso.

Adora la naturaleza y el agua, pero también la atención humana, por lo que debe vivir rodeado de los miembros de su familia.

El perro de agua francés no debe, en ningún caso, sentirse excluido de su círculo social, ya que podría causarle ansiedad por separación.

Se trata de un perro inteligente que asimila fácilmente las órdenes de su amo si este es coherente, paciente, firme y bueno con él. Su educación debe empezar a una edad temprana, desde que el Barbet es un cachorro.

Es muy raro que ladre sin razón, siempre tendrá algo que comunicar: ¿na intrusión, aburrimiento o frustración?

No hay que pasar por alto sus instintos de cazador, que pueden llevarlo a escaparse en caso de no recibir los estímulos necesarios para su bienestar.

El Barbet detesta la soledad, por lo que no es extraño que presente conductas destructivas. Es necesario acostumbrarlo a quedarse solo desde que es un cachorro.

Las chucherías para perros serán más que bienvenidas para mantenerlo concentrado durante sus sesiones de aprendizaje.

Puede ser un buen perro de alarma a pesar de su gran bondad, ya que en caso de presentir un peligro reaccionará protegiendo a los suyos.

Puede acostumbrarse a un entorno urbano en un apartamento si sus dueños lo sacan a pasear frecuentemente, haciéndolo correr en grandes espacios al aire libre idealmente provistos de lagos o estanques donde pueda darse un chapuzón.

Este perro de agua requiere ser estimulado a diario, tanto física como mentalmente.

Adorará darse un buen baño y practicar uno de sus pasatiempos favoritos, la natación.

A pesar de ser de tamaño medio, es muy fácil desplazarse en su compañía, sobre todo gracias a su gran sociabilidad.

El Perro de agua francés es totalmente capaz de llevarse bien y convivir con un gato.

Se lleva muy bien con sus congéneres si ha sido bien socializado con otros perros desde cachorro.

Es un excelente perro familiar que adora la compañía y los juegos con los niños.

Es un perro que se adapta muy fácilmente a distintos estilos de vida. Eso sí, no debe ser sometido al sedentarismo: sus dueños deben ser capaces de pasearlo todos los días.

Es una buena elección para propietarios deportistas que deseen incorporar a su familia un perro dinámico, sociable y dócil.