Manx

Tarda mucho en alcanzar su madurez, por lo que también puede batir récords en términos de longevidad, con una media de 15 años de vida. 

Este gato sin cola es muy robusto.

Este gatito tiene una predisposición genética a engordar.

• Síndrome de Manx: cuando el gen mutado acorta en exceso la columna, pueden aparecer anomalías severas en la misma o en la médula espinal, como la espina bífida; pero también a nivel de la vejiga, de los intestinos o de las extremidades posteriores. La esperanza de vida de los gatos con este síndrome es muy corta: el récord se sitúa en 5 años.
• Megacolon: un trastorno, normalmente de origen nervioso, por el que el colon no es capaz de contraerse para eliminar las heces. Puede formar parte del Síndrome de Manx o no.
• Intertrigo: una infección en los pliegues de la piel.
• Distrofia de la córnea: una malformación del ojo.

El Manx puede llegar a desarrollar cualquiera de las enfermedades sufridas por cualquier gato sin pedigrí, en especial las patologías periodontales (gingivitis o sarro). La prevención y los cuidados dentales son los mejores aliados para prevenirlas.
 

El gen dominante Manx (M) es el responsable de que este felino carezca de cola, este se manifestará automáticamente en caso de estar presente en su genoma. Sin embargo, todo gato sin cola posee únicamente un gen mutado, ya que el otro alelo codifica una cola de largo normal (m), dando como resultado el código ”Mm”. Un gatito con dos genes mutados (MM) tendrá tantas alteraciones en su columna vertebral y su médula ósea que serán inviables. Es un gen letal, por lo que la reproducción de los felinos desprovistos de cola es una tarea muy delicada para los criadores.
Hay que evitar a toda costa emparejar a dos gatos Rumpy (sin vértebras donde debería situarse la cola), ya que los gatitos de la camada correrían un 30% de posibilidades de padecer el Síndrome de Manx.