Max parece un gato tierno e inocente. Y, en muchos sentidos, lo es.
Le encantan los mimos y las caricias y era el favorito de muchas de las personas que trabajan en el refugio Oromocto and Area SPCA, en Canadá.
Pero también tiene un lado travieso. Y si por casualidad te metes con él, Max no lo dejará pasar.
Un gato pequeño con una gran personalidad
La estrategia de comunicación para encontrarle hogar a Max fue sencilla pero eficaz:
El personal del refugio sabía que Max necesitaría un dueño especial, con una actitud única, porque hay que entender que no es que el gato no te quiera, sino que así reacciona a ciertos estímulos. Por eso, a la hora de buscarle un nuevo hogar, no trataron de ocultar su verdadero yo.
Más bien, pegaron un cartel divertidísimo (y brutalmente honesto) en la jaula de Max. El cartel decía:
El personal rellenó el espacio en blanco con el número de días que Max pasó sin darle un manotazo a nadie.
Nunca fueron más de cuatro días. Sí, es un malportado.
Pero a pesar de su forma brusca de expresar sus sentimientos, el personal del refugio dice que, en el fondo, Max es puro amor.
Max encuentra un hogar
La historia de Max se hizo viral en Internet y fue recogida por varios canales de noticias locales. El refugio recibió docenas de solicitudes de información sobre este felino, y Max ya tiene su hogar definitivo.
El dueño, cuyo nombre se desconoce, se enamoró de Max desde que lo conoció. Y sí, le pegó. Pero eso no lo detuvo.
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