El tranquilo distrito de los lagos de Mecklemburgo, en Alemania, es un popular destino vacacional para relajarse. Y desde fuera, nada hacía presagiar la perturbadora verdad que se escondía tras la puerta de Gerda M.
La oficina competente sabía desde el verano pasado que la situación de la mujer de 76 años era extremadamente problemática.
Y es que la jubilada llevaba una doble vida perfectamente camuflada, cuya magnitud salió a la luz gracias a la intervención de las autoridades.
La intervención de las autoridades
Se sabía desde hace tiempo que los animales de la mujer se encontraban en condiciones deplorables. Finalmente, desesperados por su situación, los trabajadores del refugio de Malchow pidieron ayuda urgente a las autoridades.
El día al fin llegó, y la conmoción impactó a todos los presentes.
Lo que encontraron dentro de la casa fue tan extremo que incluso los agentes más experimentados se las vieron y se las desearon para rescatar a los felinos.
El horror tras la fachada inofensiva
"El olor a amoníaco era tan fuerte que respirar con normalidad era casi imposible", resume Margret Kuhlmann, directora del refugio de animales de Malchow, situado en el noreste del país.
"Los gases que se generaban de esta manera no solo eran peligrosos para los animales, sino también perjudiciales para la salud de las personas", afirma Kuhlmann.
Sufrimiento animal extremo
Las condiciones en las que vivían los gatos eran catastróficas. En las habitaciones donde vegetaban, no había comederos, solo basura.
Para dos de ellos, la ayuda llegó demasiado tarde: sus restos ya momificados fueron hallados en medio del caos.
"Es probable que uno de los gatitos pierda un ojo. En cuanto al resto, debemos asumir que los vapores de amoníaco les han causado daños permanentes en las vías respiratorias", explica Kuhlmann.
Inmediatamente después del rescate, los supervivientes fueron trasladados al refugio de animales de Neustrelitz y cinco de ellos al refugio de Malchow.
Un poco de esperanza para los gatos
En ambos refugios, los animales recibieron atención veterinaria y desde entonces se están recuperando. Los trabajadores confían en que se tomarán medidas legales para impedir que la mujer pueda tener más animales en el futuro.
Para los gatos rescatados comienza ahora una nueva vida a la espera de una familia que los adopte.