Viajamos hasta Estados Unidos para contar un caso que comenzó de forma espeluznante en 2019.
Una fría mañana de febrero, Donald Czyzyk, un empleado de Happy Tails Human Society, conducía hacia su trabajo, como de costumbre.
Durante el trayecto, el hombre divisó un transportín en las inmediaciones del refugio en el que trabaja en Illinois. El transportín estaba enterrado en la nieve casi por completo.
Un transportín casi hundido en la nieve
La sorpresa vino cuando Donald vislumbró que el transportín no estaba vacío. Corrió hacia el objeto y empezó a desenterrarlo. Segundos después, escuchó el maullido de un gato.
"La gatita estaba en estado de shock y helada", diría Donal al medio The Dodo más tarde.
Afortunadamente, la gata no presentaba heridas graves y se recuperó del terrible suceso. El refugio donde Donald trabaja, Happy Tails, se hizo cargo del minino, dándole el nombre de Winter (invierno).
Unos días más tarde, una familia llegaba al refugio para adoptar a la pequeña Winter. "Se fue a una casa con una pareja muy simpática que tiene perro, a quienes conocemos personalmente desde hace años", explicó Czyzyk.