Pastor lapón de Suecia

Es un perro de compañía muy amistoso, cariñoso y cercano a su círculo social.

Es muy revoltoso, necesita exteriorizar su energía constantemente.

El Svensk Lapphund es un perro muy despierto, valiente y participativo. Siempre en movimiento. Aun así, existen técnicas y juegos para cansar a este perrito infatigable.

En su país de origen, suele prestar servicios a los equipos de búsqueda y militares rastreando escombros o en medios acuáticos.

Al Pastor lapón sueco no le interesa la caza.

Es un guardián empedernido. Puede ser muy disuasivo con intrusos.

Su rasgo distintivo con respecto al resto de perros nórdicos es que es muy apegado a sus amos.

Detesta estar separado de su familia adoptiva.

Disfruta aprendiendo, por lo que las sesiones de entrenamiento son muy agradables.

El Svensk Lapphund ladra mucho. No pasa desapercibido.

Como buen perro guardián, prefiere permanecer junto a los suyos para protegerlos.

La soledad puede afectarle hasta el punto de volverse destructivo.

Siempre aceptará con gusto una chuchería canina como recompensa.

Este spitz nórdico es muy buen guardián por su sentido protector.

Se adapta a múltiples estilos de vida. Puede vivir tanto en un apartamento de ciudad como en el campo.

La falta de ejercicio puede afectar a su equilibrio físico y psíquico. Puede practicar rastreo, agility, canicross o freestyle canino.

Su tamaño medio y su buen carácter facilita los viajes junto a sus propietarios, ya que, además, adora estar en su compañía.

Puede convivir con otros animales de compañía si ambos han crecido juntos.

Es un perro más bien sociable que adora jugar con sus congéneres, aunque deberá haber sido socializado desde joven.

Adora a los niños e interactuar con ellos, con quien, además, es muy protector.

Por su alto dinamismo, es mejor que no sea adoptado por personas mayores potencialmente sedentarias.

Es la mascota perfecta para aquellos que sepan apreciar las características temperamentales de lo perros nórdicos con un toque más amistoso.