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mi gato no amasa
© Heide Pinkall / Shutterstock

Mi gato no amasa, ¿qué significa?

Por Sindy Bustamante Redactora

Publicado el

Mi gato no amasa: ¿es señal de enfermedad o qué significa?

Amasar es una de los acciones más comunes del mundo felino. 

Existen mitos que aseguran que los gatos hacen esto porque "fueron destetados demasiado pronto", pero, ¿qué tan cierto es?

En cualquier caso, se trata de uno de los comportamientos felinos más misteriosos para los humanos.

¿Por qué amasan con sus patas? ¿En qué circunstancias lo hacen? ¿Qué puede significar esto? Y sobre todo, ¿qué significa si mi gato no amasa?

Por qué los gatos amasan con las patas

El amasado de los felinos es un reflejo de un movimiento aprendido de cachorros para obtener la leche de sus madres.

En vídeo:

Es un comportamiento adquirido que se mantiene en su edad adulta y que usan para transmitir a sus dueños todo su cariño.

Desde su nacimiento, el gato cachorro está dotado de dos actos reflejos, esenciales para su supervivencia: 

  •      El reflejo de succión: Es la ligera estimulación de los labios que provoca inmediatamente la succión de la leche materna.
  •      La reacción de eliminación: La estimulación de la región perineal que provoca el vaciado del recto y la vejiga a la hora de hacer sus necesidades.

En este sentido, para muchos etólogos existe un tercer acto reflejo que se centra en la búsqueda de calor.

El gatito tiende a acurrucarse en el vientre de su madre tan pronto como siente la proximidad de su progenitora (esto permite a los gatos permanecer juntos y mantener el calor en sus cuerpos).

En la práctica, no sería un acto reflejo, es decir, más bien se trataría de una respuesta conductual del felino.

Esto significa que actúa sin pensar, sin que la orden pase por su cerebro. Es un comportamiento relacionado con un sentimiento percibido por el gato cuando es cachorro.

En el acto de amasar, lo cierto es que se trata de un proceso similar. Puede que no sea un reflejo a pesar del comportamiento compulsivo que a veces implica, pero es una pauta que aparece ya en las primeras veces que el gato es amamantado.

Por qué mi gato no amasa

Si bien el amasado es un comportamiento común en muchos gatos, lo cierto es que no todos lo hacen.

El amasar en los gatos es común, pero es normal también que un gato no amase.

Hay varias razones por las que un gato podría no amasar:

  • Personalidad y preferencias individuales: Cada gato tiene su propia personalidad y algunos simplemente no tienen la costumbre de amasar. Puede que prefiera demostrar afecto de otras maneras, como frotarse contra la gente o simplemente acurrucarse a su lado.
  • Experiencias pasadas: Los gatos a menudo comienzan a amasar cuando son gatitos mientras se alimentan de su madre. Si el gato fue separado temprano de su madre o no desarrolló este comportamiento desde pequeño, es posible que no lo realice de adulto.
  • Estado de ánimo o comodidad: Algunos gatos solo amasan cuando se sienten extremadamente relajados o contentos. Si el gato no está completamente cómodo o relajado en su entorno, podría no mostrar este comportamiento.
  • Otros comportamientos de afecto: Aunque no amase, un gato puede mostrar su afecto de otras formas, como frotar su cabeza, ronronear, seguir a las personas, o simplemente estar cerca de ellas.

Si la cuestión de por qué mi gato no amasa te angustia, recuerda que no es preocupante que un gato no amase; cada gato tiene sus propias formas de expresar emociones y bienestar.

En este vídeo, un veterinario explica más a fondo por qué algunos gatos no amasan y de qué depende que un gato amase o no:

¿El amasar de los gatos es aprendizaje o comportamiento innato?

Es difícil responder a esta pregunta porque algunos gatitos son más hábiles que otros. Es muy probable que sea una mezcla de los dos conceptos.

Se trataría de un comportamiento innato al que se agregan aprendizajes de las primeras experiencias del cachorro felino.

De hecho, este comportamiento se asocia rápidamente con el primer placer de la vida: la comida.

El amasamiento permite ejercer una presión sobre la ubre de la madre y liberar la leche. Muy rápidamente, el gatito aprende a chupar con la acción combinada de sus dos patas delanteras, sobre todo porque cuanto más efectivo es su gesto, más leche obtiene. 

"Cuando un gato nos amasa, nos trata del mismo modo que trataría a su madre", señala el veterinario experto en felinos John Bradshaw, autor del libro 'El sentido del gato'.

Sin embargo, también llega a suceder que un gato pierda este gesto en la edad adulta. Y de ahí que muchos dueños se pregunten intrigados ¿por qué mi gato no amasa?

¿Por qué los gatos amasan en la edad adulta?

Después del destete y la alimentación con leche, el gatito realmente no tiene la oportunidad real de practicar este gesto en la naturaleza.

Por lo general, el gato adulto salvaje mantiene una vida solitaria, mientras que en los gatos que viven en comunidad sí se puede observar este comportamiento entre ellos durante sus pocos contactos.

Con los humanos, sin embargo, amasar es de lo más común. El gato tiende a amasar aunque a veces el gesto resulte incompleto y solo realice una extensión y flexión de sus dedos.

Es de lo más natural verle poner sus uñas en tus pantalones con cada caricia o amasar tu barriga.

En todos estos casos, el gesto suele asociarse al ronroneo porque es un momento de bienestar y relajación. Es más, durante su ejecución, suele ser común que el 'masajeador' en cuestión entre en una especie de trance.

Es normal que el movimiento siempre venga acompañado de rítmicos ronroneos

A veces, el gato también lo realiza sobre objetos o prendas: los olores o las texturas suaves pueden atraerlo.

Un gato que amasa su manta encuentra su propio aroma y dulzura. El ritual puede ser tan corto como los últimos minutos, y preceder a una fase de sueño.

Por lo tanto, es costumbre ver este comportamiento como un ritual de apaciguamiento.

El gato expresa este comportamiento cuando se encuentra en una situación de bienestar, o como un ritual que le proporciona bienestar. Cuando amasan, hacen un movimiento rítmico de las patas delanteras, estirando los dedos y flexionándolos.

En algunas ocasiones incluso llegan a amasar con las cuatro patas a la vez. Durante este movimiento es frecuente que saquen las uñas, aunque nunca con intención de hacer daño. 

Otros usos potenciales de este comportamiento pasan por amasar el suelo antes de acostarse o depositar moléculas olorosas (o incluso feromonas) a través de las glándulas ubicadas debajo de sus patas como ritual de apareamiento.

También hay gatos que afilan sus uñas o marcan con el rascado en diferentes tipos de superficie, entre ellas la ropa u otros tejidos, para cuidar sus garras y deposistar unas marcas olfativas en su territorio.

Para qué amasan los gatos

Evidentemente, es difícil no encontrar una conexión del acto de amasar con un comportamiento juvenil, sobre todo porque muchos gatos también tienen un reflejo de salivación asociado a esta actividad.

De hecho, el acto de amasar es un condicionamiento muy similar al descrito en el experimento de la campana de Pavlov: el hecho de asociar este movimiento con la comida creó un condicionamiento -la salivación-, mediante el refuerzo positivo. 

Ya en la edad adulta, simplemente haciendo el gesto de amasamiento hace que el gato salive, sin tener necesariamente comida cerca. A veces, también notamos ese deseo de alimentarse o lamer.

Se trata más bien de recuerdos o 'reliquias' del comportamiento juvenil, es decir, el gato adulto se sigue comportando aquí como cuando era un gatito.

Por todas estas razones debes tener presente que no está sistemáticamente vinculado al destete temprano. Enfocarse única y exclusivamente en esta causa sería ignorar el entorno actual del gato. Es importante observar en qué contexto amasa el gato normalmente.

Un gato que amasa todo el tiempo puede estar transmitiendo un sentimiento de inquietud por alguna razón y las causas de este malestar pueden ser múltiples

No obstante, el amasar es un comportamiento que se observa en general en buenas condiciones, expresando bienestar y apaciguamiento.

Pero aún así, ten cuidado y constata que no sea una conducta demasiado intensa.

Además, las uñas afiladas del gato pueden causar lesiones en nuestra piel, unas heridas bautizadas con el dulce nombre de 'Felis Punctatis' en relación con los efectos cutáneos de las agujas de acupuntura.

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