El acto sexual en gatos es un proceso ruidoso y llamativo: la gata en celo atrae a varios machos, que compiten entre sí, y el apareamiento culmina con un grito por parte de la hembra.
¿Se debe este quejido a la forma del pene del gato? ¿Por qué el pene del gato es puntiagudo?
¿Las gatas gritan por culpa del pene del gato?
Durante la cópula en gatos, es habitual que el macho sujete a la hembra por el cuello con los dientes, un comportamiento que ayuda a inmovilizarla y a impedir que esta se dé la vuelta repentinamente y lo ataque.
El comienzo de la cópula no es doloroso, pero al final, cuando el gato retira el pene, la hembra grita de dolor. Esto se debe a que el pene el gato está cubierto por pequeñas espinas o papilas córneas.
Algunas gatas pueden agredir al macho después del acto, mordiéndolo o alejándose bruscamente, lo cual también es parte de esta dinámica reproductiva intensa. En aproximadamente media hora, está lista para aparearse de nuevo.
¿Por qué el pene del gato es puntiagudo?
El pene del gato no es puntiagudo en sí, pero sí está cubierto por pequeñas espinas o papilas dirigidas hacia atrás, lo cual puede dar la impresión de pequeños anzuelos puntiagudos.
Estas espinas tienen una función reproductiva muy específica y son un ejemplo de adaptación evolutiva en felinos. ¿Pero, por qué el pene del gato tiene esa forma?
Las gatas son ovuladoras inducidas, es decir, no ovulan hasta que tienen una estimulación vaginal intensa. Las espinas del pene, al salir, provocan una descarga hormonal que activa la ovulación. Sin esa estimulación, muchas veces no habría ovulación ni fecundación.
Espinas en el pene del gato: ¿un coito doloroso para la hembra?
Sí, el apareamiento en gatos suele ser doloroso para la hembra, y esto se debe a la presencia de estas espículas en el pene del macho.
Como hemos comentado ya, esta estimulación dolorosa desencadena una respuesta hormonal que permite la ovulación, normalmente de varios óvulos a la vez.
¿La castración afecta a la forma del pene del gato?
La castración en gatos machos no solo elimina su capacidad reproductiva, sino que también provoca cambios físicos visibles.
Al extirparse los testículos, se detiene la producción de testosterona, lo que hace que desaparezcan las espículas que recubren el pene del gato.
Este cambio no afecta negativamente al bienestar del animal, pero puede ser útil para diferenciar entre un gato castrado y uno con criptorquidia, una condición en la que los testículos de los gatos no han descendido, si bien los gatos con criptorquidia generan suficiente testosterona como para mantener estas espículas.
Anatomía del gato
