¿Se puede sacar a pasear a un gato con correa o es misión imposible?

Es muy común ver gente que pasea a sus perros por el parque, y sin duda, más de un dueño de gato ha pensado: ¿se puede sacar a pasear a un gato con correa? 

De entrada hay que decir que, como sucede siempre y más aún en el caso de los gatos, cada animal es un mundo y no hay como el dueño y el veterinario para saber si salir con correa es posible para cada animal en particular.

Aquí te explicamos en términos gerenales los pros, los contras y si se puede sacar a pasear a un gato con correa o es mejor no hacerlo.

¿Se puede sacar a pasear a un gato con correa?

Cada vez es más habitual ver, en la calle y en las redes sociales, gatos que pasean con correa, guiados por sus dueños. 

Igualmente, hay cada vez una mayor oferta de accesorios para pasear gatos.

Sin embargo, hay opiniones encontradas sobre este tema. La asociación británica de protección animal RSPCA, no es muy entusiasta de pasear a los gatos con correa, señalando que representa un estrés innecesario para el animal y que se puede proporcionar a los gatos la diversión que necesitan en el interior del hogar.

También hay expertos, como Anita Kelsey, especialista en comportamiento felino, quien cree que en determinados casos, el paseo con corrrea puede ser muy beneficioso para la salud física y mental de los felinos.

Por ejemplo, en el caso de los gatos que viven en apartamento, sin acceso a un jardín o terraza, salir con correa puede ser la única forma de estar en contacto con la vegetación, el aire y otros elementos naturales tan importantes para ellos.

La RSPCA también señala que para ellos no se trata de "prohibir" el paseo con correa, sino que quieren subrayar que no es apto para todos los gatos, pues depende de cada inviduo.

Y Kelsey, la experta en comportamiento felino, subraya también lo que todos los propietarios de gatos saben muy bien:

La conclusión de estos expertos es pues, que sí se puede sacar a pasear a un gato con correa, siempre y cuando el gato muestre cierta disposición y no le genere estrés el paseo, lo que a la larga traería más perjuicios que beneficios para la salud del animal.

Pasear gato con correa: pros y contras

Entre los beneficios del paseo con correa se cuentan:

• Ayudar a controlar o acabar con los comportamientos destructivos en los gatos de interior.
• El gato tiene un espacio para ejercer su curiosidad y espíritu cazador.
• El animal puede estar en contacto con la vegetación, el sol, el aire y otros elementos naturales importantes para su bienestar.
• El paseo puede ser un momento también muy agradable para el dueño y fortalecer de este modo la relación gato-humano.

Algunas de las desventajas señaladas por los expertos son:

• El paseo con correa puede generar mucho estrés en los gatos, pues "la sensación de control es muy importante para los gatos, y pasearlos con un collar o un arnés les impide tenerlo", según apunta la RSPCA.
• El gato no podrá alejarse de los estímulos que le asustan y no podrá esconderse si así lo desea.

Lo importante, como ya se ha señalado antes, es estar atento a las reacciones y necesidades de cada gato en particular, para saber si se puede sacar a pasear a un gato con correa.

Cómo acostumbrar a un gato a la correa

Hay que recordar que solo se puede sacar a pasear a un gato con correa si él animal se muestra dispuesto al entrenamiento. Si se percibe que es muy estresante, es mejor dejarlo.

En caso de que el animal se preste, estos son los pasos recomendados por la especialista en comportamiento felino Anita Kelsey para habituar a un gato a andar con correa.

• Poner el arnés con los juguetes del gato para que se familiarice con él, durante al menos dos semanas.
• Pasado este tiempo, intentar ponerle el arnés, sin ponerle la correa, antes de su hora de comer. Hay que hacerlo siempre a la hora de comer para que el gato asocie el hecho de ponerse el arnés con algo agradable. 
• Se debe empezar dejando el arnés 5 minutos, felicitar y tranquilizar al gato. Pronto se dará cuenta de que el arnés conduce a mimos, golosinas y otras cosas positivas.
• Cuando el gato se sienta más cómodo con el arnés, se puede dejárselo puesto más tiempo. Hay que asegurarse de dejar suficiente espacio alrededor del cuello del arnés para que le resulte cómodo y no le apriete. 

• Cuando el gato se haya adaptado al arnés, se puede proceder a colocar la correa. 
• Dejar que el gato camine a sus anchas arrastrando la correa.

• Cuando se acostumbre, se puede pasar a la siguiente fase: salir a pasear.
• Hay que ponerle el arnés antes de meterlo en su transportín y darle golosinas. 

• Una vez en el sitio, hay que asegurarse de que el arnés está bien puesto, sacar el transportín y llegar al lugar donde va a comenzar el paseo.
• Colocar la correa y dejar que el gato salga por su propio pie del transportín.
• Siempre se debe mantener siempre el control y sujetar bien la correa. 
• Más adelante, cuando el gato y el dueño estén habituados, se puede adquirir una correa extensible.

Se debe recordar que nunca será como pasear a un perro. Los gatos van a donde quieren y cuando quieren; hay que dejarles ser gatos y disfrutar viéndoles llevarte por todas partes.