"¡¡Piensa en el premio, piensa en el premio!!"
© Frantic00 / Shutterstock
¿Cómo limpiar los oídos de un gato?
Es muy importante mantener la higiene de los oídos de los gatos, sean de la raza que sean. Se trata de órganos muy frágiles y bastante propensos a infecciones. Para evitar una dolorosa inflamación, existen varios productos especiales.
Cuando adoptes a tu primer gato, acostúmbrate a limpiarle los oídos con regularidad, aunque no los veas sucios.
El cerumen y el polvo pueden ir acumulándose poco a poco en los conductos auditivos y provocar infecciones y enfermedades.
Por ello, es primordial que te hagas ya con un limpiador de oídos adaptado a las orejas de los gatos y a su edad. Hazte también con unas toallitas o gasas especiales que absorban el líquido que supura de los oídos.
La mayoría de los productos limpiadores también actúan con una película protectora que repele las bacterias.
Completa ya el botiquín de tu pequeña bola de pelo y acostúmbralo a su pequeña sesión de cuidado auditivo. Aquí te dejamos las claves y consejos para hacerte con el mejor producto.
Índice
¿Por qué es importante limpiarle los oídos a un gato?
Es muy importante limpiarle los oídos a menudo para evitar la acumulación de cerumen y de polvo. La suciedad que se va acumulando en el conducto auditivo puede convertirse en un auténtico nido de bacterias y provocar infecciones.
Como dicha acumulación impide la aireación en el interior de las orejas, las bacterias proliferan a sus anchas. Más tarde, dichas infecciones pueden causar serias enfermedades, como la otitis.
Estamos, pues, hablando de un gesto de higiene primordial que hay que efectuar al menos una vez por semana.
A la larga, demasiado cerumen puede provocar sordera parcial o total.
¿Por qué mi gato siempre tiene los oídos sucios?
Aunque los gatos sean uno de los animales más limpios que existen, ellos no pueden alcanzar el interior del oído con las patitas.
Este se va acumulando con el paso del tiempo y pueden formarse tapones y provocar infecciones, alergias y sordera.
Si tu animal es de los que juega bastante fuera de casa, es normal que la tierra y el polvo se acumulen en sus oídos.
¿Cuál es el mejor producto para limpiarle los oídos a un gato?
Lo primero que has de tener en cuenta es que has de hacerte con un producto especial para gatos que no irrite la delicada piel del conducto auditivo.
Las soluciones para la limpieza auditiva cuentan con propiedades cerumenolíticas y antisépticas que lavan y protegen el interior de los oídos. Su acción desinfecta el conducto y acaba con cualquier olor desagradable.
La leche auricular, por ejemplo, es un producto que se adapta a la perfección a la sensibilidad de la piel de los gatitos. Es muy suave, con un pH adaptado a estos pequeños mininos: el producto ideal para mantener limpios sus oídos.
¿Cómo se limpian los oídos de un gato?
Antes de todo, ten en cuenta que se recomienda limpiarle los oídos a un gato al menos dos veces al mes para que no se acumule tanta suciedad y cerumen. Para ello:
- Hazte con un limpiador auditivo adaptado y aplica unas cuantas gotas en el oído de tu felino. Masajea con cariño la base de las orejas para que el producto se extienda.
- Retira el cerumen y la suciedad acumuladas en la superficie del oído.
- Deja que tu animal menee la cabeza para que se despegue toda la suciedad acumulada en el fondo del conducto auditivo.
- Con ayuda de una gasa, seca todo el líquido que se acumule en el pabellón y en el cartílago de ambos oídos.
¿Cómo sé si mi gato tiene infección de oído?
Existen varios síntomas que nos indican que a tu gato se le han infectado los oídos.
Si observas que tu gato no para de rascarse una (o las) oreja(s) con las patas o se las frota contra los muebles o el sofá, es muy probable que le pique o le duela: algo hay ahí dentro que le molesta o que se ha inflamado.
Otro de los signos es si tu gato reacciona de manera violenta (zarpazos, bufidos, mordiscos…) cuando le acaricias las orejas, ya que es algo que les suele encantar.
La señal más común para saber que a un gato le pasa algo es el maullido constante sin razón aparente. En este caso, lo mejor es hacer una visita a la clínica veterinaria para salir de dudas.
Reacciona a tiempo: en muchos casos, estos síntomas necesitan una intervención urgente para evitar un horrible dolor de oídos.
