¿Cuándo limpiar los orejas de mi gato?
Para detectar cuándo el oído de tu gato está infectado y por tanto necesita que lo apoyemos con una desinfección manual. Tendremos que lavárselas sólo en las siguientes situaciones:
- Si el oído segrega algún tipo de líquido.
- Si el oído del gato deja ir un olor fuerte.
- Si el gato se rasca muy a menudo las orejas.
- Si el veterinario te recomienda que lo hagas por alguna circunstancia.
Si las orejas de tu gato tienen otro tipo de problemas, como estar inflamadas, deberías consultar rápidamente a un veterinario ya que no queremos hacerle daño. Y si, en ese caso podríamos estar hablando ya de un tímpano perforado o de una infección de oído -aquí te damos los consejos para saber si tu felino tiene problemas en las orejas-.
En caso contrario, no recurras a la limpieza manual de oídos. La higiene no es mala, pero una limpieza excesiva puede provocar problemas graves de piel como heridas e irritaciones. Sobretodo cuando no era necesaria en primer lugar.
¿Qué usar para limpiar sus orejas?
Para limpiar las orejas de un gato no podemos usar simplemente nuestros dedos o un paño. Hay que ser prácticos, o de lo contrario nunca podremos sacar del todo la porquería y encima estresaremos a nuestro gato. Siempre será recomendable preguntar primero al veterinario, ya que por ejemplo hay productos mejor pensados para eliminar cerumen, otros para desinfectar. Nosotros te daremos algunas claves generales.
Si quieres usar un bastoncillo de las orejas (normalmente usado en humanos) puede ser útil pero ten cuidado de que sea de buena calidad y no tenga ingredientes como el alcohol o el peróxido de hidrógeno, ya que pueden causar severas irritaciones internas.
Al tener la punta de algodón, en un descuido podría acabar empujando los trocitos de cera hacia adentro, pudiendo causando una herida grave en la oreja interna. Y entonces estaríamos cambiando un problema por el otro.
Siempre que te sea posible primero intenta utilizar una gasa, ya que esta no requerirá introducir objetos dentro del canal auditivo del animal y no te arriesgarás a situaciones así.
¿Cómo hacerlo?
Si crees que tu gato te ofrecerá su oreja para que la toquetees libremente, es que no conoces a tu gato. No se va a dejar. A menos que lo sobornes con premios que lo vuelvan loco.
Sé muy paciente, especialmente con los gatos más ariscos. Prémialo por cada avance que consigas hacer: primero por dejarse mirar las orejas, luego por toquetearlas sin que se mueva, etc… La idea es que vayas subiendo el nivel de dificultad en cuanto a lo que el gato tiene que tolerar para conseguir el premio.
Te sorprenderás de los cambios que pueden llegar a verse en la conducta del gato, aunque no por ello dejará de molestarle por completo, ya que un gato es muy sensible.
Que no falten los mimos y el respeto
La mejor manera de realizarle la limpieza es simulando una sesión de mimos. Poco a poco podrás ir introduciendo el bastoncito en los orificios.
Como no todos los gatos se van a dejar hacer esto (que es bueno para su salud si realmente lo necesitan) tendremos que intentar sostener al gato de alguna forma. Una muy válida es mediante el uso de una toalla, con la que podremos envolverlo. Asegúrate de no pasarte apretando ni enfadar en exceso al gato, ya que podría acabar muy mal la cosa entre movimientos bruscos y bastoncillos en la oreja.
Antes de empezar a introducir los líquidos medicinales que te haya recomendado el veterinario tendrás que enderezar la oreja de tu gato extendiéndola hacia atrás. Para ser rápidos y molestar al animal el menor rato posible asegúrate de mantener el líquido en una mano mientras tienes la oreja en la otra.
Acto seguido podrás introducir la solución en el oído, dependiendo del producto deberás intentar rellenar bastante bien la oreja (y así asegurarte de que queda todo impregnado con el desinfectante). Lo más normal es que algo se salga.
Acompaña estas aplicaciones de un pequeño masaje en la base de la oreja. Aparte de ayudar a relajar a tu gato, extenderá el líquido para acabar con los residuos del interior.
Por último podrás retirar los residuos con una gasa o una bolita de algodón. Cuando hayas acabado deja libre a tu gato y permítele que sacuda su cabeza. Esto hará que cualquier resto quede afuera del oído.
Fuentes: Wiki How, VCA Hospitals, PET MD y The Spruce Pets.