Martine Vos, voluntaria del refugio de animales Cat Shelter Limburg, recibió una llamada nerviosa de un residente de Limburgo, Bélgica.
Un gatito negro muy especial
Cuando Martine y su equipo de voluntarios llegaron al lugar, inmediatamente se hicieron cargo del gatito negro y comenzaron a buscar a su madre. Sin embargo, pasó el tiempo y la gata no apareció por ningún lado.
Al no poder dejar al minino allí a merced de los coches y otros animales, Martine decidió llevarlo a casa.
Entrada la noche, la mujer se dio cuenta de que algo no iba bien. Al mirar bien a la pequeña criatura, en cierto modo no se parecía en nada a un gato. Unas horas más tarde, Martina descubrió la sorprendente verdad.
¡Un cachorro único!
Al día siguiente, decidida a llegar al fondo del asunto, Martine llevó el gatito negro a un veterinario, que confirmó que se trataba de una hembra.
Pero tanto ella como un compañero suyo seguían con "la mosca detrás de la oreja", así que Martine decidió pedir una segunda opinión de otro profesional, esta vez especializado en animales salvajes. ¡Y dio en el clavo!
Tras dar con el origen exacto de la pequeña peluda, el cachorro fue puesto en observación por especialistas, quienes lo alimentaron y cuidaron.
Desde Wamiz, tan solo podemos esperar que la pequeña fuese devuelta a su hábitat natural tras su recuperación. ¿Qué habrías hecho tú?