Stella Bagley, residente en California, pensó que aquel era un día de octubre como cualquier otro, pero cuando regresó a casa, descubrió que tenía una visita inesperada.
La mujer vio al animal enroscado en su sofá. Estaba convencida de que era un gato callejero durmiendo la siesta cómodamente.
Un invitado sorpresa
La verdad resultó ser completamente diferente. Cuando amaneció, el huésped dormido comenzó a moverse, revelando así su verdadera identidad. ¡Se trataba de un zorro!
Las orejas grandes, el hocico alargado, los ojos alerta y la cola esponjosa no dejaban lugar a dudas.
Nuevo destino
Aunque el zorro notó que alguien lo observaba, no quiso moverse del sofá. Estaba muy cómodo allí. De hecho, se estiró varias veces e incluso bostezó descaradamente.
Después, el animal decidió que era hora de seguir su camino y salió al porche para observar a los pájaros refrescarse. Entonces, retomó su marcha y abandonó su hospedaje temporal.
"Me sentí triste cuando se fue. Espero que regrese algún día. Siempre será bienvenido aquí para relajarse en un entorno seguro", dijo Stella.