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Freddie mercury con su gato

Freddie Mercury con uno de sus amados felinos

© Facebook | Bored Panda

20 fotos de Freddie Mercury y sus gatos, a los que amaba y trataba como a sus hijos

Por José Manuel Cano Periodista

Publicado el Actualizado el

El famoso vocalista de Queen era un amante de los gatos y durante su vida se convirtió en dueño de nueve felinos que le robaban toda su atención cuando estaba en casa. Estos mininos jugaron un papel trascendental en la vida del artista.

Hoy, 24 de noviembre, se cumplen 30 años de la muerte de Freddie Mercury. El de Zanzíbar, que este año hubiese hecho 75 primaveras, quedó inmortalizado en el imaginario colectivo como en sus últimos años de apogeo con Queen.

De su vida privada se sabe mucho y poco. El músico y showman que conquistó el mundo con su voz de tenor celaba su intimidad. Muchos críticos dicen que Mercury ocultó al gran público su orientación sexual. Otros sostienen que se declaraba abiertamente homosexual. En cualquier caso, una de sus pasiones más intensas, que no quiso ocultar al mundo, eran los gatos.

Hoy también estamos de estreno, puesto que su oscarizado biopic BOHEMIAN RHAPSODY llegó a Amazon Prime ayer
 

El amor incondicional de Freddie por sus gatos

Freddie Mercury amaba a sus gatos por encima de todo. Cuando el cantante falleció en noviembre de 1991 dejó en su testamento a unos herederos muy peculiares: sus mininos. La gran pregunta que sus fans aún se hacen es cuál fue la fortuna que recibieron sus adorados felinos.

"Freddie trató a los gatos como a sus propios hijos", explicó en sus memorias su última pareja, Jim Hutton. "Él siempre se preocupaba por ellos y, si alguno sufría algún daño mientras Freddie estaba fuera, que el cielo nos ayudará", recordó en sus memorias 'Mercury and Me'.  

Su gata preferida se llamaba Delilah, a la que adoptó en 1987. Esta fiel gatita, que estuvo con él en su cama hasta el último día de su vida, recibió su propio homenaje en la canción homónima, 'Delilah', incluida en el album 'Innuendo'. En este tema expresa todos los sentimientos que su amiga felina despierta en él: risa, ternura y enfado por sus travesuras.

Según los datos que se han recopilado de su vida privada, Mercury tuvo al menos nueve gatos: Tom, Jerry, Oscar, Tiffany, Goliath, Miko, Romeo, Lily y Delilah, aunque es probable que llegase a poseer más de una decena de mininos en su casa durante largas temporadas de su vida. "Sus gatos eran su familia", aseguró su asistente, Peter Freestone, que recordó que Freddie se preocupaba de que cada gato tuviera su propio calcetín navideño lleno de golosinas y juguetes en las fechas señaladas. Además, mandó hacer numerosos retratos de él junto a sus gatos.

El cariño que Freddie sentía por sus mascotas era tal que, cada vez que se marchaba de gira, les llamaba por teléfono para hablarles; por ello, no resultaba descabellado que una de las excentricidades del artista fuera dejar sus pertenencias a sus mininos. "Llegaba a un hotel, llamábamos y realmente hablaba con sus gatos", relató Freestone. Escribiendo sus memorias, Freddie Mercury agregó: "Mary sostendría a Tom y Jerry por turno para que escuchen a Freddie hablar. Esto continuó a lo largo de los años con los sucesivos felinos ocupantes de sus casas"

Jacky Smith, líder oficial del club de fans de Queen durante 21 años, dio algunos datos sobre la procedencia de algunos de sus gatos: “La mayoría de ellos eran de centros de rescate. Tenemos una organización benéfica en el Reino Unido llamada 'The Blue Cross', que se ocupa de los animales enfermos. Freddie adoptó allí al menos a dos de ellos"Sólo Tiffany, una Himalaya, llegó de un criadero. Los demás, al menos cuatro de ellos, eran gatos de la calle, rayados, blancos, negros, tricolores. 

Según 'The Queen Archives', Freddie dedicó en 1985 su album en solitario llamado 'Mr. Bad Guy' a su gato Jerry y al resto de los mininos que convivían con él en ese momento (Tom, Oscar y Tiffany), e hizo extensible su disco "a todos los amantes de los gatos en todo el universo". Los fans de Queen han encontrado más 'pistas' del amor que el cantante sentía por sus gatos. Una de ellas se encuentra en el interior del CD Classic Queen.

En el libro 'Freddie Mercury. Su vida contada por él mismo', de Robin Book, construido con declaraciones extraídas de las pocas entrevistas que concedió, el vocalista de Queen hizo mención a su herencia: "Nadie más sacará un solo penique, excepto mis gatos Oscar y Tiffany. Aparte de ellos, no voy a regalar ninguna de mis cosas cuando esté muerto. Voy a acapararlo todo. Quiero que me entierren con todas mis cosas. Y aquel que quiera algo, puede venir conmigo. ¡Habrá muchísimo espacio!".

Sus gatos casi no se apartaron de él durante sus últimos días de vida. Jacky Smith lo recuerda con estas palabras: “Los gatos tienen un sexto sentido. Debieron notar que no se encontraba bien y empezaron a estar cada vez más con él. Es típico de un gato”.

Un testamento muy peculiar

Tras su muerte, comenzó a hablarse seriamente del contenido de su testamento y de la posibilidad de que los principales beneficiarios fueran sus compañeros más fieles e incondicionales a lo largo de su vida: sus gatos.

No obstante, la gran beneficiada por su herencia sería realmente su inseparable Mary. "El único amigo de verdad que he tenido es Mary. Ella heredará la mayor parte de mi fortuna. ¿Qué mejor persona a quien dejarle mi herencia cuando me vaya? Naturalmente, mis padres están en mi testamento, igual que mis gatos, pero la mayor parte iría a parar a Mary".
 

A pesar de estas declaraciones, los adorados gatos de Freddie Mercury no se convirtieron en millonarios al heredar la inmensa fortuna del cantante. En su testamento, Mercury repartía parte de su  riqueza para sus padres y su hermana, Kashmira. Las tres personas que lo acompañaron en sus últimos días, su pareja, Jim Hutton; su cocinero, Joe Fanelli; y su asistente, Peter Freestone, quienes recibieron una cantidad de 500.000 libras cada uno.  

Efectivamente, la mayor beneficiaria fue Mary Austin, que recibió la mitad de la fortuna, valorada en 8.600.000 libras, los derechos de autor de sus canciones y su mansión llamada Garden Lodge, situada en Kensington. Delilah, Oscar, Tiffany y el resto de su pandilla felina no figuraban entre los destinatarios del testamento, aunque Mary Austin ejerció el papel de esposa, hermana y madre tras la muerte del cantante. Solo ella sabe dónde se esparcieron las cenizas del líder de Queen y qué ocurrió finalmente con sus gatos, a los que también heredó.

En su album 'Innuendo', el último que grabó con el grupo, se incluían obras de arte de Mercury vestidas como bufones con gatos sobre sus hombros. También escribió una canción muy alegre titulada Delilah, el nombre de su gata preferida. Al principio parece que las letras están dedicadas a una mujer, pero en una frase de la canción te das cuenta de que se dirige a su inseparable gata. Cuando dice aquello de que puede "orinar en toda su suite". La canción también presenta un solo de guitarra de Brian May con armonías que suenan como maullidos. May también adoptó algunos gatos en los últimos años. En la actualidad, sus compromisos de viaje le impiden cuidar animales, pero sigue siendo "de gatos, no de perros".

Los orígenes de sus más amados mininos

Oscar fue un macho anaranjado y blanco que le llegó a través de un exnovio, era un gato solitario que visitaba las casas del vecindario cuando la mansión de Garden Lodge empezó a llenarse de otros felinos. Goliath fue un gato negro que llegó el mismo día que Delilah. Era pequeño y tendía a desaparecer en el momento que había visita. Al parecer, según Peter Freestone, “era tremendamente afectuoso y babeaba cuando se le acariciaba”. 

Miko llegó después de un viaje a Japón. Romeo fue un gatito peleón de cara blanca que fue un regalo de Jim Hutton que demostró ser muy peleón. Y el último en llegar fue Lilly, el gato completamente blanco que Freddie siempre había deseado tener.

Se dice que su amor por los felinos comenzó en la década de 1970, cuando la novia de Mercury, Mary Austin, le compró un par de gatos a los que llamó Tom y Jerry. Según varios biógrafos, incluido su asistente personal Peter Freestone, cuando Freddie viajaba con Queen para sus inolvidables conciertos, siempre sacaba tiempo para llamar a Mary -que cuidaba a los animales cuando él no estaba-, y preguntar constantemente por sus pequeñas criaturas.

Probablemente, la felina más famosa de la familia fue Delilah, una gran tabby de tres colores, adoptada a finales de 1987. Como la letra de su canción (y el libro de Freestone confirma), esta gata fue una de las más afortunadas de la tierra al vivir completamente atendida en la mansión de Mercury, donde hizo siempre lo que le dio la gana. "¡Ella era un verdadero personaje, una dama!", recordó Jacky Smith, el líder del club de fans de Queen. "Delilah era muy graciosa. Era un poco abusiva con los demás, siempre fue la primera en el regazo de Freddie, la primera en comer”.

Jim Hutton, el novio del cantante durante siete años, también reconoció el vínculo especial entre el artista y su gata. Él describió a Delilah como "la pequeña princesa" de su hogar, "la que él recogería y acariciaría con más frecuencia". Y por si eso no fuera suficiente, "ella dormía al pie de la cama" y siempre estaba pendiente de su dueño, al que acompañaba por la casa en largos paseos nocturnos.

Para el que sería uno de sus últimos retratos, Mercury iba ataviado con un chaleco muy llamativo de gatos estampados. Una inspección más cercana de la fotografía revela que los gatos que aparecen, pintados a mano por cierto, son los suyos. Esta misma prenda también la usó en su último video, 'These are the days of our lives' ('Estos son los últimos días de nuestras vidas'), en el que ya se le aprecia físicamente más deteriorado. Según Telegraph, fue su amigo Donald Mackenzie quien lo creó especialmente para Mercury, pintando a sus mininos en la prenda. 

La reciente película biográfica Bohemian Rhapsody rememora algunos de los momentos que pasó el vocalista de Queen al lado de sus mascotas y muestra cómo terminó viviendo en una mansión con diez gatos a la vez.

Nadie puede dudar ya que el legendario líder era un apasionado de estos animales. Su imagen se ve influenciada por un tremendo carisma en los escenarios, un hombre excéntrico, amante de las fiestas, poseedor de un estilo de vida excesivo... aunque realmente era una persona reservada en privado que por encima de todo quería a sus gatos.

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