Ron Williams es un jubilado de 84 años que vive en Michigan. Hasta hace poco, vivía solo en su casa, hasta que adoptó un adorable gatito llamado Fluffy.
El gesto desinteresado de la adopción cambia la vida del animal pero también el destino de la persona que se decide a acoger en su casa a un gato o un perro. Aunque lo que Ron ignoraba era que su felino terminaría siendo su salvador.
Una terrible caída
Un día, el pensionista se resbaló en el baño y no pudo levantarse. Pasó varias horas tirado en el suelo y empezó a perder la esperanza de que alguien lo encontrase.
Afortunadamente, su gato fue de gran ayuda. Fluffy le hizo compañía mientras estaba en el suelo, consolándolo y lamiéndole la cara. Entonces Ron tuvo una idea. Empezó a decirle a Fluffy: "Ding dong Fluffy", esperando que el gatito lo entendiera.
Y... SORPRESA: ¡Fluffy fue a por el teléfono y se lo llevó a Ron! De esta manera, el jubilado pudo llamar a urgencias para que vinieran a ayudarle a levantarse. Actualmente, el anciano está mucho mejor gracias a la acción de Fluffy.
Menos mal que Fluffy estaba allí para Ron. Su amo puede estar muy orgulloso de él.
Enamorado de su gatito
Cuando Ron conoció al gatito, fue amor a primera vista.? Desde entonces, Fluffy ha traído mucha alegría y cariño a la vida de Ron. Le encanta jugar solo o con su dueño durante horas y horas.
Ron pasa mucho tiempo hablando con el gatito. Por ejemplo, cada vez que el teléfono empieza a sonar, le dice a su gato: "Ring-a-ding Fluffy", que significa "Ding dong Fluffy". Unas palabras que el gato comprendió desde el minuto uno y que salvaron la vida del anciano meses después.