Por todos es sabido que los niños que crecen junto a los animales aprenden cosas inexplicables a su lado. Sin embargo en ocasiones es al revés; siendo los perros y/o los gatos los que se empapan de la sabiduría del infante.
Un gato obsesionado con el bebé
El vídeo que compartimos hoy contigo muestra lo segundo, un gato obsesionado y completamente enamorado del bebé de la casa. Tanto que... ¡no se toma ni unos minutos de descanso! ¡Separarse de él no entra en sus planes!
El minino no se cansa del bebé e imita todos y cada uno de sus movimientos. Si el pequeño gatea por el suelo; el felino se convierte en su sombra, si el niño intenta coger una caja; el gato va detrás a inspeccionarla y así sucesivamente hasta que el adorable chiquillo intenta subirse al sofá. ¡Con pañales, gato y a lo loco! ?
Parece que este par está destinado a convertirse en los mejores amigos del universo. Visto lo visto, no cabe duda de que lo han logrado.