Hace algo más de dos años, se produjo una situación completamente inusual en la ciudad de Będzin, Polonia.
El gato en cuestión había desaparecido sin más del patio trasero de su casa.
Las autoridades de Będzin respondieron a la denuncia de la dueña y le informaron de que el asunto estaba en manos de la policía.
Al cabo de un tiempo, recibió un mensaje anónimo: "Sabemos dónde está su gato". Se adjuntaba una foto del minino junto con la dirección.
"Fui allí. Vi a mi gato de pie en la ventana, arañando el cristal. Una mujer y un hombre me abrieron. Se produjo una acalorada discusión. Exigí que me devolvieran al animal y se negaron. Mientras discutíamos, Tosiu —el gato— se coló por una rendija de la puerta y vino a mis brazos", comentó la dueña del gato a la prensa local.
La policía entra en acción
Sin embargo, al cabo de tres días, el animal volvió a desaparecer. De nuevo, la mencionada pareja estaba detrás de aquello. La mujer acudió a la comisaría, donde denunció la desaparición de su animal como un "robo".
Cuando la policía y los representantes de inspección animal llegaron al piso de la pareja, resultó que tenían 25 gatos encerrados en 28 metros cuadrados.
"Por lo que me dijeron los policías, también había gatos que habían sido robados a otros propietarios. Estas personas se llevaban los gatos que encontraban. Además, están firmemente convencidos de que estaban haciendo lo correcto", contó además la mujer.
Según informaron los medios locales, el caso iba a ser judicializado.