Razones por las que debes saber el grupo sanguíneo de tu perro

El grupo sanguíneo DEA 1.1

Esta es la tipología de sangre que más riesgo de malas reacciones tiene cuando es trasplantada de un perro a otro.

Es por ello que cualquier grupo sanguíneo que no sea DEA 1.1 se puede transferir a cualquier perro que nunca haya sido transfundido. Esta se trata de la sangre universal canina. Luego de ser trasplantado por primera vez, el perro podrá recibir sangre de cualquier tipo.

En realidad, algunos veterinarios afirman que no es necesaria una prueba de compatibilidad entre tipos de sangre, ya que los perros tienen grupos sanguíneos que fácilmente se adaptan entre ellos. El único límite es que los animales a los que se les ha trasplantado sangre ajena hace poco, es mejor dejarlos reposar más de 5 días, ya que tiene que desarrollar anticuerpos para adaptarla.

Saber el grupo sanguíneo de tu perro

Saber de qué grupo sanguíneo es tu perro no tiene por qué ser sólo una curiosidad. En realidad puede ser muy útil saberlo, ya que en un momento de urgencia médica, el decirle al veterinario su grupo de sangre lo salvará de tener que estar haciendo pruebas antes de empezar con una transfusión que podría ser vital para salvarle la vida en ese momento.

Además, si el veterinario se equivocase de tipo de sangre es probable que, aunque los perros pueden tolerar la sangre de otros tipos no reaccione 100% bien y provoque síntomas de enfermedad en él. Lo peor es que entonces sí que no podría cambiar de tipo de sangre, ya que de lo contrario el perro moriría. Además, el cuerpo del cánido necesitaría al menos 5 días para adaptarse.

Ya sabes que tu perro tiene grupo sanguíneo, y ya te decimos que es importante saber el tipo de sangre. Sólo tienes que pedírselo a tu veterinario durante una analítica, o comprar tests que ya vienen preparados para analizar la sangre y darte el resultado. Aunque la primera opción puede ser mucho más cómoda.

¿Cuando necesita sangre un perro?

Es evidente que los perros, al igual que nosotros, en algún momento crítico médico necesitarán sangre extra a la que recurrir para recuperarse.

Por ejemplo, en caso de que sometamos a nuestro perro a una cirugía muy invasiva es posible que el perro pierda mucha sangre. Es entonces cuando deberemos saber el grupo sanguíneo de nuestro perro y decírselo rápidamente al profesional.

También es muy importante tener cierta cantidad de sangre para casos como la anemia. Así como las enfermedades de riñón, tumores y todos los preoperatorios.

Aunque puede que no lo parezca, existen bancos de sangre para perros y gatos. Además de reservas de plasma para reforzar el efecto de adaptación de la nueva sangre. Y tu perro podría ser donante si se encuentra en una buena condición física y pesa al menos 20 kg. Esto se puede hablar con el veterinario directamente.

Posibles consecuencias al recibir una transfusión sanguínea

Es altamente probable que una transfusión de sangre salga bien, pero hay que estar preparado para lo peor en algunos casos.

En muchas ocasiones, por temas de incompetencia entre los tipos de sangre (que no siempre son fáciles de comprobar, o directamente no se miran bien), es posible que el animal reaccione mal frente a la nueva sangre. Esto se puede traducir en una serie de síntomas.

Normalmente tras una transfusión de sangre en perros, los veterinarios vigilan mucho la reacción del can y observan que no haya ningún problema. Estos generalmente son:

1. Hemólisis

El perro puede empezar a tener fiebre, aumento del ritmo respiratorio por encima de lo normal y sangre en la orina. Esto hace que la transfusión se aborte inmediatamente y dándole alguna solución por vía intravenosa.

2. Fiebre

Si el perro simplemente presenta fiebre, es posible que su cuerpo esté teniendo ciertas dificultades para aceptar la nueva sangre. Si es así el veterinario reducirá la cantidad de sangre transferida, para hacerlo más suave.

3. Traspaso de enfermedades

Es posible que en el traspaso de sangre se pasen también ciertos problemas de salud que el perro original ya tenía. Esto se traduciría en presentar síntomas como el vómito y se trataría según el consejo profesional con antibióticos.