Cuando hace sol y suben las temperaturas, el suelo se calienta rápidamente, y en ese momento las almohadillas de los perros entran en contacto directo con un asfalto que arde en la mayoría de los casos.
Pero no solo la calle pone en peligro las patas de las mascotas, la arena de la playa, el sol o la hierba alta pueden lastimar sus almohadillas. Debido a estos factores, los propietarios deben protegerlas para que los animales no sufran heridas, quemaduras o enfermedades de la piel.
A continuación y tras hablar con expertos en la materia te contamos cómo proteger las almohadillas de tu perro durante la época estival.
¿Cómo proteger las almohadillas de los perros en verano?
Durante los calurosos meses de verano, es especialmente importante proteger las almohadillas de los perros de las superficies calientes. A continuación enumeramos algunas medidas que ayudarán a mantener las almohadillas de tu perro protegidas y cómodas durante el verano.
1. Tocar el suelo con la mano: ¡La regla de los 5 segundos!
¿Qué es la regla de los 5 segundos? El propietario debe poner el reverso de su mano sobre el asfalto y esperar cinco segundos. Hecho esto:
- Si puede aguantar este tiempo sin apartar la mano, su perro podrá caminar por esa zona.
- Si no puede aguantar los cinco segundos, hay que esperar a que refresque para sacar al perro a pasear.
Esta regla es válida para el asfalto, pero también para cualquier superficie, sea del tipo que sea y para comprobar la temperatura de la arena de la playa.
Los propietarios deben tener en mente que las almohadillas del perro están en contacto directo con el suelo, como si ellos caminasen descalzos por la calle.
Según los expertos, aunque las almohadillas de los perros son muy resistentes a las altas temperaturas, si el suelo está demasiado caliente el animal puede llegar a sufrir graves llagas y quemaduras en sus patas.
2. Pasear al perro a las horas de menos calor
Sacar a pasear al perro a las horas menos calurosas del día (lo más temprano posible por la mañana, o lo más tarde posible por la tarde/noche) es primordial para protegerlo de un golpe de calor.
Además de los horarios, también es importante pasear con el animal por la sombra y evitar el asfalto.
3. Moverse y no quedarse estático
Una vez que comience el paseo, el dueño no debe quedarse quieto porque el perro corre el riesgo de quemarse las almohadillas.
Es importante caminar a paseo ligero (aunque todo depende del estado físico del animal) y no obligarlo a esperar a su cuidador en el mismo lugar sin moverse (por ejemplo, delante de una tienda o en un paso de peatones mientras los humanos hablan).
4. Reducir el tiempo del paseo
Los expertos recomiendan en jornadas en las cuales las temperaturas aprietan hacer pequeños paseos, más numerosos, pero más cortos. También proponen realizar un largo paseo por la noche para compensar.
''Si un propietario siente que su perro está frustrado por falta de actividad, multiplica las interacciones en el interior, principalmente jugando con él en casa'', aseguran.
5. Utilizar un protector de almohadillas para perros
Una forma de proteger las almohadillas de los perros en verano es aplicar un bálsamo protector hidratante (pedir consejo al veterinario o en un establecimiento especializado es fundamental antes de utilizarlo) o vaselinas especiales para las patas de los perros, antes y después del paseo.
Algunos profesionales también apuestan por el uso de zapatillas para perros diseñadas para proteger sus patas.
Aunque lo más importante es rociar las almohadillas del animal con agua fresca tras el paseo.
Protectores de almohadillas para perros
Para mantener las patas de nuestros fieles amigos protegidas y en óptimas condiciones, es recomendable usar un protector de almohadillas para perros.
¿Por qué emplear un protector para sus patitas?
Estas son algunas de las principales razones por las que deberíamos considerar el uso de un protector de almohadillas:
- Protección contra superficies extremas: Los protectores de almohadillas proporcionan una barrera entre las patas del perro y superficies calientes como asfalto en verano, arena caliente o pavimentos abrasivos. Estos elementos pueden provocar quemaduras y ampollas en las almohadillas.
- Prevención de cortes y abrasiones: En entornos con terrenos irregulares o con objetos afilados, los protectores de almohadillas ayudan a evitar cortes y abrasiones en las patas de los perros.
- Aislamiento térmico: Durante el invierno, los protectores de almohadillas proporcionan aislamiento adicional para mantener las patas del perro protegidas del frío y la humedad, evitando la formación de hielo en las almohadillas.
- Protección contra sustancias tóxicas: En ciertos entornos urbanos o industriales, donde se utilizan productos químicos o sustancias tóxicas, los protectores de almohadillas ayudan a evitar el contacto directo y protegen las patas del perro.
Tipos de protectores de almohadillas
Existen diferentes tipos de protectores de almohadillas disponibles en el mercado. Entre ellos:
- Fundas de goma o silicona: Estas fundas se deslizan sobre las patas del perro y proporcionan protección contra superficies calientes, ásperas y agresivas. Suelen tener suelas antideslizantes para mejorar la tracción. El precio de un juego de fundas de goma o silicona puede variar entre 15€ y 30€.
- Botas para perros: Las botas para perros son protectores de almohadillas más robustos y duraderos. Están hechas de materiales resistentes al agua y ofrecen una protección completa para las patas en entornos extremos. Algunas botas incluyen aislamiento térmico adicional para el invierno. El precio de un juego de botas para perros puede oscilar entre 30€ y 60€.
- Ceras protectoras: Las ceras protectoras se aplican directamente en las almohadillas del perro formando una capa protectora. Estas ceras hidratan, suavizan y protegen las almohadillas de la sequedad y el agrietamiento. El precio de una cera protectora para almohadillas puede rondar los 10€ a 20€.
- Vendajes y apósitos: En casos de lesiones en las almohadillas, los vendajes y apósitos especiales pueden proporcionar una protección adicional y acelerar el proceso de curación. Los precios pueden variar según el tamaño y el material utilizado, pero generalmente oscilan entre 5€ y 20€.
Es importante tener en cuenta que los precios mencionados son estimaciones y pueden variar según la marca, el lugar de compra y otros factores. Se recomienda consultar diferentes tiendas especializadas o veterinarios para obtener información precisa sobre los precios actuales en España.
Mi perro tiene las almohadillas rojas: ¿qué hacer?
Una de las causas principales de las almohadillas rojas, sobre todo en verano, son las quemaduras. Sin embargo, no es la única:
- Picaduras de insectos, como pulgas y garrapatas
- Patógenos expertos, como ácaros o polen
- Alergias alimentarias del perro
- Dermatitis canina
- Enfermedades de la piel del perro
Si ves que las almohadillas del perro están rojas y se lame mucho, llévalo al veterinario. Él podrá hacer un diagnóstico preciso y recetarle el tratamiento más adecuado para él.
Mi perro se ha quemado las almohadillas: ¿cómo actuar?
Si a pesar de tomar todas las precauciones descritas anteriormente, el perro se niega a caminar, tiene molestias en las patas, se lame esa zona sin cesar y/o sus almohadillas parecen dañadas o despellejadas (ampollas, enrojecimiento, etcétera), lo más seguro es que se haya quemado.
Lo primero que debe hacer su propietario es llevar a su animal al veterinario lo antes que pueda. Si, esta opción no fuera posible por causa de fuerza mayor, el dueño puede proceder a verificar que se trata de una quemadura, pues hay otros motivos por los que tu perro puede lamerse las patas.
En caso de que se trate de una quemadura, el cuidador debe coger en brazos a su perro (si puede) y llevarlo a un lugar fresco. Una vez allí, hay que rocíar las almohadillas con agua fresca y limpiar la herida de la siguiente manera, tal y como nos cuenta la auxiliar de veterinaria Yanira Rodríguez.
- Lavar la herida, con agua limpia y preferiblemente tibia.
- Cortar los pelos que crecen en la misma almohadilla porque favorecen que la humedad se acumule en la zona y surjan microorganismos que impedirían una correcta cicatrización.
- Poner agua oxigenada sobre la almohadilla y secar con una gasa. (Evitar el algodón).
- Aplicar crema cicatrizante o el gel para quemaduras, lo que te aconseje el veterinario.
- Tapar la zona con una gasa esterilizadas para protegerla, cambiándolas unas 2 veces al día durante las primeras jornadas.
- Después dejar la herida al aire para que se seque correctamente y puedan cicatrizar.