El día comenzó tranquilo y relajado para los policías de Hamelín, en Alemania.
Pero luego se desarrolló un drama que nadie esperaba. Un oficial quiso deshacerse de algo en un contenedor. Por suerte, el hombre estaba atento.
Su mirada fue atraída casualmente por una lata de ravioli que había en la basura, cuya tapa estaba entreabierta. Algo se movía dentro. Sin pensarlo, sacó la lata.
Gatito en lata de ravioles
Cuando el policía sacó con cuidado el contenido, tuvo que respirar hondo: estaba sosteniendo un pequeño minino. El gatito no había abierto los ojos todavía.
El gatito fue directo a un refugio, donde todos esperaban que lograra sobrevivir, sobre todo porque ya le estaba esperando un nuevo hogar: la persona que le salvó la vida.
Incluso le puso un nombre que le recordaría siempre a su primer encuentro, Ravioli.
El gatito, lamentablemente, no sobrevivió a la terrible experiencia y falleció 3 días después.