El 13 de julio se celebra el Día Internacional del TDAH, una oportunidad para visibilizar este trastorno que afecta a miles de niños y adolescentes.
Y aunque no existe una única solución, cada vez más estudios demuestran que las terapias con perros pueden marcar la diferencia.
5 razones por las que un perro ayuda a niños con TDAH
En el el Día Internacional del TDAH, Purina España quiere visibilizar que compartir la vida con un perro no solo significa compañía y juegos.
Para muchos niños con TDAH, un perro puede ser un apoyo diario que refuerza su autoestima, les enseña a organizarse mejor y les ayuda a canalizar la energía de forma positiva.
1. Ayudan a crear rutinas saludables
Las terapias con perros y la convivencia diaria con ellos obligan a establecer horarios: paseos, comidas, juegos con ellos… Esta estructura ayuda a muchos niños con TDAH a organizarse y a ser más constantes.
2. Fomentan la responsabilidad y la empatía
Cuidar de un perro implica compromiso. Llenar su bebedero, cepillarlo o visitar al veterinario enseñan a los peques que otro ser vivo depende de ellos.
3. Canalizan la hiperactividad de forma positiva
Los perros siempre están listos para correr y jugar. Esta energía se contagia, ofreciendo a los niños una vía natural para moverse y liberar tensión.
4. Mejoran la concentración y el ánimo
El juego y el ejercicio con perros estimulan cuerpo y mente, ayudando a que los niños con TDAH se concentren mejor y se sientan más tranquilos.
5. Refuerzan la autoestima
Ver que pueden educar a su perro con órdenes básicas les da confianza y refuerza su capacidad de comunicación.
Terapias asistidas con perro: un paso más
En España, miles de familias conviven con el TDAH y buscan nuevas herramientas para apoyar a sus peques.
Por eso, desde Purina España, en colaboración con el Hospital Clínic de Barcelona y el Centro de Terapias Asistidas con Canes (CTAC), se está impulsando un proyecto que estudia cómo la convivencia y las sesiones con perros de terapia pueden complementar los tratamientos clínicos.
Los primeros resultados ya apuntan a que estos peludos amigos no solo ayudan a centrarse mejor, sino que también refuerzan la autoestima y reducen la ansiedad.
A través de la iniciativa Mascotas en los hospitales y la Alianza Purina Terapia Animal, se busca que más centros puedan contar con perros de terapia para apoyar a niños y adolescentes que lo necesiten.
En definitiva, un perro nunca es "solo un perro". Puede ser un mejor amigo, un confidente y, en muchos casos, un gran aliado para crecer, aprender y sentirse acompañado.