El pasado miércoles, 18 de junio, el calor apretaba en Dingolfing, Alemania. Un joven de 19 años aprovechó la oportunidad para ir a bañarse a la piscina Caprima.
Durante más de una hora, el joven disfrutó del agua y, cuando finalmente regresó a su coche, se dio cuenta del error que había cometido.
Una trampa mortal
El joven, de 19 años, llevaba a su perro en el coche y lo dejó durante todo ese tiempo encerrado dentro del vehículo. La imprudencia, sin embargo, tuvo un final trágico.
Cuando el joven regresó a su coche, ya era demasiado tarde. Su amigo de cuatro patas yacía muerto entre los asientos del coche.
De urgencia al veterinario
Aunque el joven de 19 años aún llevó al perro a un veterinario, este solo pudo certificar su muerte. Ahora se está investigando al joven por una infracción de la Ley de Bienestar Animal alemana.
Incluso si se dejan las ventanillas un poco abiertas o se aparca a la sombra, un coche puede convertirse en una trampa mortal para animales y también para niños en cuestión de minutos. Así lo ha advertido la policía de Dingolfing-Landau.
Una pérdida dolorosa y una trágica advertencia para todos los propietarios de perros: un coche no es un lugar seguro para los animales en verano, ni siquiera por unos minutos.