Mientras unos veraneantes disfrutaban de una barbacoa en un terreno de ocio en Villeneuve-lès-Béziers, al sur de Montpellier, una escena inusual captó de repente su atención.
En un pozo cercano, un gatito asustado maullaba desesperadamente, atrapado a varios metros bajo tierra. Por suerte, el animal había caído sobre un saliente, lo que, por el momento, evitaba que se ahogase.
En el lugar, estaba presente la madre del gatito, visiblemente preocupada. Un segundo gatito y una gata más mayor también merodeaban alrededor del pozo.
A pesar de la urgencia de la situación, una asociación se negó a intervenir, obligando a una de las mujeres presentes a contactar con Les Chats Libres de Béziers. Estos últimos, al no poder desplazarse de inmediato, derivaron la llamada a otra asociación.


Una intervención de rapel para salvar al gatito
Afortunadamente, la señora también alertó a los bomberos, quienes acudieron al lugar rápidamente.
De unos tres meses y medio de edad, la joven hembra se mostró muy dócil a pesar de su trauma.
Los rescatistas descubrieron que tenía una de las patas traseras seccionadas, además de una herida antigua ya cicatrizada, lo que podría explicar su caída accidental.
Atención veterinaria para todos los gatos
Seguidamente, las gatas que merodeaban en el lugar fueron capturadas para ser identificadas y esterilizadas. Los dos gatitos encontrados serán ofrecidos en adopción, una vez identificados y atendidos.
Este rescate recuerda la importancia de la colaboración entre asociaciones locales, especialmente ante las urgencias estivales.
Gracias a una eficaz cadena de solidaridad, esta "desventura gatuna", como la llamó Museaux en Galère, ha tenido un final feliz.