Desde unos días las temperaturas están bajando a lo largo y ancho del país, y son muchos los gatos callejeros que se encuentran en peligro en España debido a la bajada del mercurio y por no tener un hogar donde vivir.
Los peligros de vivir en la calle unidos al frío invernal pueden poner en jaque la vida de muchos de estos felinos. Por lo tanto y si eres de esas personas que intentan ayudar a los callejeros que viven en su barrio, compartimos contigo una serie de consejos que te servirán de guía a la hora de proteger a estos animales.
Cómo ayudar a los gatos callejeros a afrontar el invierno
1. Proporciona a los callejeros agua y comida
El primer instinto de muchos amantes de los animales es ofrecerles comida puesto que, en la mayoría de los casos, los gatos callejeros parecen estar hambrientos.
El hecho de alimentar a este tipo de felinos puede ser una acción loable. Sin embargo, ¿qué dice la ley en España? ¿Me pueden multar por alimentar a un gato callejero?
La Ley de Bienestar Animal, que entró en vigor en septiembre de 2023, no prohíbe explícitamente alimentar a animales en la calle.
No obstante, son los ayuntamientos quienes tienen la última palabra en este tema, y las normativas pueden variar significativamente entre ciudades.
En Madrid, la Ordenanza Reguladora de la Tenencia y Protección de los Animales prohíbe alimentar a animales abandonados o callejeros si esto puede causar molestias, daños o problemas de insalubridad. En contraste, en Barcelona, esta práctica no está prohibida, siempre y cuando se mantengan limpios los espacios públicos.
¿Qué pasa con las colonias felinas?
La cuestión es que la mayoría de los gatos callejeros suelen vivir en colonias controladas presentando ciertas particularidades específicas con la ley en la mano.
Según la Ley de Bienestar Animal en su capítulo VI sobre las colonias felinas, los ayuntamientos tienen la responsabilidad de gestionar estas colonias mediante el método CER (Captura, Esterilización y Retorno), un sistema diseñado para controlar la población felina de forma ética y garantizar su bienestar sin causarles daño.
Para alimentar a una colonia felina, es imprescindible contar con la autorización del ayuntamiento correspondiente. Si alimentas a gatos sin estar autorizado, en algunas ciudades te podrías enfrentar a multas.
2. Refugios para que los gatos callejeros no pasen frío en invierno
Coloca delante de la puerta de casa, o en una zona en la que esté localizado el felino, un transportín, una papelera o una caja de plástico grande con mantas dentro y un poco de comida para gatos será un refugio al que irá. Eso sí, cuando coja confianza.
En el siguiente enlace puedes inspirarte en la idea que tuvo una mujer de Lowa para proteger a los gatos callejeros que vagaban por su vecindario:
3. Abre las puertas de tu casa, si lo deseas
Un lugar cálido siempre es bueno para alojarse. Las personas que vivan en una casa con jardín o garaje (y así lo deseen) pueden permitir entrar a los gatos en él. Aunque hay que tener cuidado de no dejar al animal encerrado: debe poder entrar y salir a su antojo.
En este aspecto, el cuidador debe tomar algunas precauciones porque el gato puede estar enfermo o ser agresivo:
- No es recomendable acercarse al gato de manera brusca ni intentar tocarlo a la primera de cambio porque puede reaccionar mal.
- Si hay otros animales en la casa, hay que mantenerlos alejados del gato evitando, de esta forma, la posible transmisión de enfermedades.
4. Visita al veterinario
Si el gato parece enfermo o herido, lo mejor es llevarlo al veterinario, pero antes hay que asegurarse de que el animal se deje coger. Una vez en la clínica, el doctor comprobará si el felino está identificado, en cuyo caso se podrá localizar a los posibles dueños.
En caso de no poder coger al animal, es primordial ponerse en contacto con una asociación protectora. Los voluntarios acudirán al lugar para atrapar al gato con una jaula trampa.
5. Cuidado al arrancar el coche

Durante el invierno para protegerse del frío y de la lluvia, los gatos callejeros muchas veces se refugian en el interior del bajo de los coches y junto al motor. Por eso, durante estos meses hay que extremar la precaución y revisar el coche antes de arrancarlo.
Puedes hacerlo de dos formas:
- Dando un golpe al capó.
- Haciendo sonar el claxon.
También hay que tener cuidado con los productos anticongelantes, son muy tóxicos para los gatos.