Las temperaturas están bajando a lo largo y ancho del país desde los últimos días, y son muchos los gatos que se encuentran en peligro en España debido a la bajada del mercurio.
Si eres de esas personas que intenta echar una mano a los felinos callejeros que viven en su barrio, estos consejos te servirán de guía para protegerlos.
1. Agua y comida
El primer instinto de muchos amantes de los animales es ofrecerles comida puesto que, en la mayoría de los casos, los gatos callejeros parecen estar hambrientos. El hecho de alimentar a este tipo de felinos puede ser una acción loable. Sin embargo, en muchos ayuntamientos de España no está permitida.
¿Me pueden multar por alimentar a un gato callejero?
Sí. Es un aspecto legal que varía dependiendo de la Comunidad Autónoma y/o el Ayuntamiento de la ciudad.
A nivel nacional no existe una ley que prohíba o impulse esta práctica, aunque son muchos los expertos que aconsejan evitar este tipo de praxis con el objetivo de terminar con el asentamiento de colonias felinas en las ciudades.
De esta manera, y siempre siguiendo el discurso de ordenanzas municipales varias y expertos en la materia, se preserva la salud pública puesto que desde diversos consistorios españoles aseguran que los gatos callejeros al no tener un control veterinario riguroso, pueden ser portadores de diferentes enfermedades, generar malos olores y suciedad y atraer a otro tipo de animales.
Ejerciendo de altavoz de diversas campañas de distintos ayuntamientos de España lo mejor es avisar al refugio local de la presencia de gatos callejeros en una zona determinada. Los trabajadores de la asociación se encargarán de ellos e intentarán buscarles un hogar a la mayor rapidez posible.

2. Proporcionar un refugio a los gatos callejeros
Colocar delante de la puerta de casa, o en una zona en la que esté localizado el felino, un transportín, una papelera o una caja de plástico grande con mantas dentro y un poco de comida para gatos será un refugio al que irá. Eso sí, cuando coja confianza.
3. Abrir las puertas de casa
Un lugar cálido siempre es bueno para alojarse. Las personas que vivan en una casa con jardín o garaje pueden permitir entrar a los gatos en él. Aunque hay que tener cuidado de no dejar al animal encerrado: debe poder entrar y salir a su antojo.
En este aspecto, el cuidador debe tomar algunas precauciones porque el gato puede estar enfermo o ser agresivo:
- No es recomendable acercarse al gato de manera brusca ni intentar tocarlo a la primera de cambio porque puede reaccionar mal.
- Si hay otros animales en la casa, hay que mantenerlos alejados del gato evitando, de esta forma, la posible transmisión de enfermedades.
4. Llevar a los gatos al veterinario
Si el gato parece enfermo o herido, lo mejor es llevarlo al veterinario. Pero antes hay que asegurarse de que el animal se deje coger. Una vez en la clínica, el doctor comprobará si el felino está identificado, en cuyo caso se podrá localizar a los posibles dueños.
En caso de no poder coger al animal, es primordial ponerse en contacto con una asociación protectora. Los voluntarios acudirán al lugar para atrapar al gato con una jaula trampa.
5. Cuidado al arrancar el coche
Cada año aparecen muchos gatos atropellados porque se quedan dormidos debajo de un coche, y cuando el vehículo se pone en marcha se desata la tragedia. Pero eso no es todo, a veces consiguen entrar en el coche para tumbarse cerca del calor del motor.
Antes de arrancar, hay que golpear el capó para ahuyentar a los gatos que puedan estar debajo o dentro del vehículo.
También hay que tener cuidado con los productos anticongelantes, son muy tóxicos para los gatos.