La policía de Austria realizaba un control rutinario de tráfico. Paró un coche que conducía una mujer de 38 años. Solo con acercarse al vehículo, les vino una peste del interior que les hizo investigar más a fondo.
La policía revisó el coche en profundidad. En su interior encontraron varios transportines en los que iban varios gatos Maine Coon, una raza muy cotizada y de moda.
Los gatos estaban en condiciones lamentables. Al parecer llevaban días sin comida ni agua y el desagradable olor provenía de sus excrementos acumulados.
Pretendía vender los gatos en Viena
Esto ocurrió en agosto de 2019 cuando la mujer se dirigía a Viena, donde vendería los codiciados gatos Maine Coon a precio de oro. Gracias a ese control policial se descubrió que la mujer ya contaba con antecedentes por maltrato animal .
La policía entregó a los gatos al refugio Tierschutzstelle Freistadt, donde los cuidaron hasta encontrarles una adopción justa.