A los propietarios de mascotas siempre se les aconseja llevar a sus compañeros de cuatro patas al veterinario si notan cualquier cambio en su comportamiento. Y esto fue lo que hizo la protagonista de esta historia.
Tomando como referencia las palabras de los expertos y sabiendo que la mayoría de los gatos son especialmente buenos para ocultar el dolor y las enfermedades, una mujer decidió ir al médico con su felino, ya que este no se despegaba de ella ni durante el día ni durante la noche.
Un cambio de actitud sospechoso
Julie Paccamonti de Lowa (Estados Unidos) no ignoró los cambios en su gato Zeus. El felino se volvió de repente extremadamente "pegajoso". Algo que no era normal para su madre humana porque él era muy independiente.
Fue entonces, cuando Julie lo llevó al veterinario para ver si algo andaba mal.
Aunque Zeus estaba determinado a ser un gato sano y normal, el médico pensó que sus "síntomas" podrían estar más relacionados con el apego a su propietaria y la ansiedad. Pero... había algo más.
Tras salir de la clínica, Julie aseguró en una publicación unas palabras que sorprendieron a todo el mundo:
"Así que lo llevé y el veterinario no pudo encontrar nada malo en él, e incluso me dijo medio en broma: '¿Estás segura de que no estás embarazada?' Y yo decía: 'No, de ninguna manera'."
Zeus, un visionario
Julie, que se quedó con la mosca detrás de la oreja, se hizo una prueba de embarazo que resultó positiva a pesar de la incredibilidad de la mujer.
El veterinario fue capaz de detectar que el comportamiento del gato se debía a un cambio en las hormonas de su humana. ¡Qué sorpresa más grande se llevó la familia!
El gato se convierte en su sombra
Durante los nueve meses siguientes, la futura madre tuvo un gato guardián, tanto que quizás llegó a ser demasiado sobreprotector en algún momento.
"Fue difícil porque, ya sabes, estás embarazada y te pones sentimental y encima tienes a este gato que quiere estar contigo cada segundo del día, siguiéndote a todas partes. Me costaba mucho dormir porque él se sentaba en mi cara toda la noche", dijo Julie.
¡Zeus es el mismo de siempre!
Pero tan pronto como su hija Ivy nació, Zeus comenzó a actuar como antes.
"Llegamos a casa del hospital y de inmediato (el gato) regresó a la normalidad. No quería tener nada que ver conmigo, nunca volvió a sentarse en mi regazo y ya no duerme conmigo", explicó la mamá. ??
Aunque ya no es tan afectuoso, Julie se alegra de tener un poco más de espacio personal y ver a Zeus actuando normal. ¡Y lo que es más, ahora tiene pruebas de que su gato tiene una intuición impresionante!