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Las mejores películas de gatos de terror para ver en Halloween

Por Ismael G. Cabral Periodista

Publicado el

Ya es Halloween y... ¡Queremos que pases un poquito de miedo! Con ese fin, hemos elaborado la lista Wamiz de las películas de gatos de terror que dan mucho, pero que mucho, miedo. ¡Vete haciendo las palomitas!

 

Los gatos son, aparte de esos animales capaces de sacarnos una sonrisa con sus locas posturas, un icono de la literatura fantástica y del cine de terror.

Coincidendo con la noche de Halloween, el equipo de Wamiz se ha llenado las manos de sangre para recomendarte seis películas de gatos de terror -algunas con gatos asesinos- que te dejarán helado, pálido, muerto... ¡Cómo quieras llamarlo! 

'El gato negro': el relato más espeluznante 

La crítica considera el cuento El gato negro -'The black cat' así se llama el original en inglés- (agosto de 1843) como uno de los relatos más espeluznantes relatos de la historia de la literatura. Y, como su propio nombre indica, un gato de color oscuro es el protagonista de esta historia que aún sigue provocando escalofríos. 

Fue tanto el revuelo de ese cuento que muchos cineastas hicieron, hacen y harán referencia al mismo en sus largometrajes de miedo protagonizados por gatos, ya que el cine de terror, siempre está atento a todos esos elementos que desde el origen del ser humano nos producen pavor. En eso nos basamos a la hora de prepararte las recomendaciones cinematográficas más terroríficas. ¿Preparado? ¡Ponte cómodo en el sofá!

6 películas de gatos que dan miedo

1. La gata en la terraza (Eye of the cat, 1969)

Después de verla comprobarás que el tiempo ha pasado como una apisonadora por esta película. Eso sí, nadie podrá negar que esta cinta, dirigida por David Lowell Rich, sigue levantando la misma curiosidad que el siglo pasada. Un caco planea asaltar una mansión que cuenta con una singular excéntrica, los guardianes de la casa son felinos.  Y el ladrón tiene fobia a los gatos. 

2. La noche de los mil gatos (Blood feast, 1972)

Si haces una búsqueda rápida en la red verás que en muchos sitios en los que hablan detenidamente de la cinta la despachan como “la peor película con gatos jamás rodada”. Quizás ante esta crítica no te suscite mucha curiosidad, pero la película de René Cardona Jr. se perpetró como una historieta en la que un asesino en serie secuestra a sus víctimas con la única intención de alimentar con ellas a su familia de gatos.  

3. Más negro que la noche (1975)

Cuatro mujeres encerradas en una mansión gótica junto a un lindo y no muy amistoso gatito llamado Becker. La película que dirigió Carlos Enrique Taboada es hoy toda una reliquia. Primero por tratarse de una original muestra del cine de terror mexicano, y segundo por explorar los límites entre el relato fantástico y el erotismo. Por cierto, en 2014 se realizó un remake en 3D del que te aconsejamos alejarte. ¡Aquí va el tráiler! 

 4. Hausu (1977)

Pianos que cobran vida, bustos que vuelan (¡y muerden!) y gatos diabólicos forman parte del lisérgico cóctel de esta extravagante película japonesa dirigida en 1977 por Nobuhiko Obayashi. Trata de un grupo de colegialas que van a visitar a la tía enferma de una de ellas y descubren que el lugar está poseído por todo tipo de delirantes acontecimientos sobrenaturales. Si te gusta el cine japonés o eres aficionado al manga, quizás deberías revisar esta extraviada película que, por supuesto, contiene gatos.

5. Cementerio de mascotas (Pet sematary, 1989)

Seguramente sea esta una de las películas (con gato, cómo no) más conocidas del cine de terror. Algo ayuda a ello el estar basada en la novela de Stephen King, probablemente el escritor de literatura escalofriante más leído y conocido del mundo.

Mary Lambert dirigió esta convincente adaptación en la que una típica familia americana pierde a su gatito, Church, y este regresa del Más Allá con más ganas de pegar arañazos que de recibir arrumacos. Un clásico de terror.

6. The Voices (2014)

En realidad hay un gato y un perro en una película extravagante. Dirigida por Marjane Satrapi y protagonizada nada menos que por Ryan Reynolds, esta comedia negra (¡negrísima!) en la que el protagonista vive en un piso con la única compañía de su perro Bosco y de su gato Mr. Whiskers da tanto miedo como risa. ¡Ahota te toca a ti juzgarla!

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