Como suele suceder en estos casos, la pareja buscó y entrevistó a varias personas antes de elegir a la adecuada. Una elección que Benjamin y Hope pensaban, evidentemente, que había sido la buena, pero no fue asi...
Un perro protector
Durante varios meses todo parecía normal entre Finn y su niñera. Los padres del pequeño nunca habrían pensado que algo no iba bien, y no fue hasta la intervención de Kilian, su perro, que pareció oler el peligro, que la verdad salió a la luz. Unos cinco meses después de la llegada de la niñera, Kilian comenzó a mostrarse más alterado y nervioso en presencia de la joven. Cada vez que ella intentaba acercarse al bebé, Kilian estaba en guardia y gruñía, y los ladridos y comportamientos extraños del animal, siempre tienen un significado. Inmediatamente, Hope y Benjamin comprendieron que había algo que no marchaba bien. Su perro nunca se había mostrado de esa manera, a pesar de haber sido siempre muy protector con el bebé de la casa.
Una grabación abrumadora
Para quedarse más tranquilos con la situación, los padres de Finn tomaron la decisión de vigilar a la niñera mientras que ellos no estaban, e instalaron una cámara escondida en el sofá, sin avisar, obviamente, a la “principal interesada”.
Lo que descubrieron después de una jornada de grabaciones te deja sin habla. La niñera no paraba de gritar al bebé y se mostraba particularmente agresiva. Gracias a la intervención de Kilian, los padres de Finn pudieron tomar las medidas necesarias contra la niñera y su hijo no llegó a resultar herido ni a estar más en peligro.