La Navidad ya se ha instalado en la mayoría de los hogares españoles. Metidos de lleno en la época navideña y con la casa repleta de familiares y amigos, cabe destacar que es importante cuidar y proteger a nuestros animales durante esos momentos en los cuales la tranquilidad habitual pasa a un segundo plano.
Es una época de abundancia y alegría, pero también de desperdicio. Muchas veces nos quedamos con sobras de comidas y cenas que no sabemos qué hacer con ellas. Una opción podría ser dárselas a nuestro gato, pero ¿es realmente una buena idea?
A continuación damos algunos consejos para aprovechar las sobras de forma segura y saludable, tanto para ti como para tu animal.
Qué hacer con las sobras de Navidad
Lo primero que debes tener en cuenta es que no todas las sobras son aptas para el consumo humano o animal.
Algunos alimentos pueden estar contaminados por bacterias, hongos o toxinas si no se han conservado adecuadamente o si han pasado demasiado tiempo fuera de la nevera. Por eso, es importante seguir estas normas básicas de higiene y seguridad alimentaria:
- Guarda las sobras en recipientes herméticos y etiquetados con la fecha de elaboración. Así evitarás confusiones y sabrás cuánto tiempo puedes conservarlas.
- Refrigera las sobras lo antes posible, preferiblemente dentro de las dos horas siguientes a su preparación. Si no vas a consumirlas en los próximos días, congélalas para alargar su vida útil.
- Calienta las sobras a una temperatura suficiente para eliminar posibles microorganismos. Lo ideal es que alcancen los 70°C en el centro del alimento. No recalientes las sobras más de una vez, ya que cada vez pierden calidad y propiedades nutritivas.
- Descarta las sobras que tengan mal olor, sabor, color o textura. También aquellas que hayan estado en contacto con alimentos crudos o contaminados, como carnes, huevos o mariscos.
- No mezcles sobras de diferentes días o de diferentes platos. Así evitarás la proliferación de bacterias y la pérdida de sabor y nutrientes.
Sobras que se pueden aprovechar
Ahora bien, ¿qué hacer con las sobras que sí se pueden aprovechar? Hay muchas opciones creativas y deliciosas para transformarlas en nuevos platos, como croquetas, empanadas, ensaladas, sopas, purés, tortillas, pizzas, pasteles o postres.
Lo importante es combinarlas con otros ingredientes frescos y equilibrados, como verduras, frutas, lácteos, cereales integrales o legumbres. De esta forma, podrás obtener platos completos y variados que te aporten todos los nutrientes que necesitas.
Pero, y si te apetece compartir tus sobras con tu gato: ¿es una buena idea?
¿Los gatos pueden comer las sobras de la comida de Navidad?
Por norma general, los gatos no deben comer las sobras de la comida de Navidad.
Los alimentos que consumimos los humanos pueden ser perjudiciales para la salud de nuestros felinos, ya que contienen ingredientes, condimentos o grasas que no son adecuados para su digestión.
Algunos pueden ser incluso tóxicos o perjudiciales para su salud, como el chocolate, la cebolla, el ajo, el aguacate, las uvas, las pasas o el alcohol.
Otros pueden causarles problemas digestivos, como los lácteos, los embutidos, los dulces o las salsas.
Si quieres darle algún capricho ocasional, puedes optar por alimentos naturales y saludables para él, como el pescado cocido sin espinas, la carne magra cocida sin huesos ni sal, el huevo cocido o el queso fresco.
Por lo tanto, lo mejor es evitar darle a nuestro gato las sobras de las comidas y cenas navideñas, y optar por una alimentación específica para su especie, que cubra sus necesidades nutricionales y le aporte los beneficios que necesita.
¿Y qué pasa con el pescado y el marisco? ¿Tampoco se lo puedo dar a mi gato?
Hay que partir de la base de que los gatos no pueden comer cualquier tipo de pescado. Algunos, como el salmón o la trucha, con un índice elevado de grasa, no son los más indicados para ellos. La forma de cocinarlo es también importante.
Si quieres darle pescado o marisco a tu gato, sigue estos consejos:
- Elige productos frescos o congelados, nunca enlatados o ahumados (contiene sal).
- Cocina el pescado y el marisco antes de dárselo a tu gato, sin añadir sal, aceite, especias ni salsas.
- Retira los huesos, las espinas, las cáscaras y las cabezas del pescado y del marisco.
- Ofrece el pescado y el marisco como un premio ocasional, no como parte de su dieta diaria.
- Varía el tipo de pescado y de marisco que le das a tu gato, evitando los pescados grandes que pueden contener mercurio.
¿Puedo darle a mi gato pescado crudo?
Darle pescado crudo a un gato que no está acostumbrado a comerlo de esa manera no es recomendable, ya que puedes poner en riesgo su salud. La ingesta de pescado crudo puede eliminar la posibilidad de asimilación de la vitamina B, muy importante para el desarrollo y el bienestar del felino.
Las sobras de las comidas y cenas de Navidad pueden ser una oportunidad para ahorrar dinero y evitar el desperdicio de alimentos. Sin embargo, hay que tener cuidado con la forma de conservarlas y consumirlas, tanto para nosotros como para nuestros gatos.
Lo mejor es seguir unas pautas de higiene y seguridad alimentaria, y aprovechar las sobras de forma creativa y saludable. Así podremos disfrutar de unas fiestas más sostenibles y responsables.