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cómo tener más paciencia con mi perro

Algunos propietarios llegan a perder la paciencia con su perro

© Shutterstock / Valeriy Volkonskiy

Cómo tener más paciencia con mi perro

Por José Manuel Cano Periodista

Publicado el

Expertos subrayan que el carácter del animal pesa en este sentido: ''hay perros que son excesivamente inquietos y esto lleva a muchos dueños a preguntarse por los límites de su paciencia''. Mira cómo tener más paciencia con mi perro.

No tengo paciencia con mi perro

Algunos propietarios de perros se sienten desbordados por la energía y la fuerza de su animal de compañía.

En vídeo:

Tanto que muchos se llegan a abrir en canal para decir algo que otros no aprecian ni comprenden: ''no le tengo paciencia a mi perro'', ''no puedo con él'', ''mi perro me agota''...

Premisas que dejan claro la incapacidad de ciertos cuidadores ante el carácter de su mascota.

Los expertos aseguran que no todos los canes cuentan con las mismas ansias ni necesidades, por lo tanto; los dueños deben estar preparados para educar a su animal de compañía teniendo en cuenta sus propias necesidades. 

Y ahí entra en juego la paciencia de ambas partes.

Por un lado, la del propietario que hará -en la mayoría de los casos- todo lo posible por contentar a su perro, y por el otro; la del perro que no se cansará de pedir ni esperar. Entonces, ¿cómo tener más paciencia con mi perro?

¿Cómo tener más paciencia con mi perro?

Tener más paciencia con un perro puede requerir algunos ajustes de enfoque y mentalidad.

Si te preguntas cómo tener más paciencia con mi perro, algunas estrategias que pueden ser útiles son:

  • Comprender el comportamiento del perro: Es importante recordar que los perros no piensan ni actúan como los humanos. Ellos viven el momento, y sus comportamientos suelen ser el resultado de instintos o falta de comprensión de lo que se espera de ellos. Intentar ver las cosas desde la perspectiva del perro puede ayudar a ser más paciente. l
  • Entrenamiento constante y positivo: La paciencia viene con la práctica. Trabajar regularmente con el perro, utilizando métodos de entrenamiento positivo, refuerza el buen comportamiento y reduce la frustración. 
  • Establecer expectativas realistas: Reconocer que los cambios en el comportamiento toman tiempo ayuda a no frustrarse. Los perros no aprenden de la noche a la mañana, y es normal que haya retrocesos. 
  • Gestionar el propio estrés: A veces, la falta de paciencia con un perro es reflejo del propio estrés. Practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda o el mindfulness, antes de interactuar con el perro, puede ayudar a estar más tranquilo y ser más paciente.
  • Dar tiempo y espacio al perro: A veces, tanto humano como perro necesitan un descanso. Si hay frustración, es mejor tomarse un momento para respirar, apartarse y luego regresar con una mentalidad más calmada.

La paciencia se desarrolla con la práctica, y cuanto más te esfuerces en comprender y conectar con tu perro, más fácil será manejar cualquier situación con calma y positividad.

Cómo trabajar la paciencia con perros

Trabajar la paciencia con perros es fundamental ante la pregunta de cómo tener más paciencia con mi perro y requiere una combinación de técnicas de entrenamiento, comprensión y autocuidado.

Algunos enfoques efectivos para desarrollar la paciencia y mejorar la relación con un perro podrían ser los siguientes:

  • Entrenamiento positivo: Utilizar métodos de entrenamiento basados en el refuerzo positivo. La paciencia se desarrolla al ver que el perro está progresando gracias al esfuerzo y dedicación.
  • Establece rutinas y expectativas claras: Los perros prosperan con la consistencia. Establecer rutinas y expectativas claras ayuda al perro a entender lo que se espera de él. 
  • Practicar la paciencia con ejercicios de autocontrol: Realizar ejercicios que ayuden a mejorar la paciencia, como la respiración profunda o el mindfulness, antes y durante las sesiones de entrenamiento. Mantener una actitud tranquila y relajada puede ayudar a manejar la frustración cuando las cosas no salen como se espera.
  • Conocer y adaptar las necesidades individuales del perro: Cada perro tiene su propio ritmo de aprendizaje y personalidad. Es buena idea ajustar el enfoque según las necesidades y capacidades del perro, y no comparar su progreso con el de otros perros.
  • Reflexiona sobre el propio comportamiento: La paciencia también implica ser consciente de las propias reacciones. Si te sientes abrumado o frustrado, es útil dar un paso atrás, tomar un descanso y volver a abordar la situación con una mente más tranquila-.

Trabajar la paciencia con perros es un proceso continuo que requiere empatía, consistencia y autocomprensión. Aplicar estos enfoques permite ser más paciente y construir una relación más fuerte y positiva con el perro.

¿A los perros se les agota la paciencia? 

Es la pregunta que muchos dueños se hacen.

Llegas de trabajar después de una agotadora jornada laboral y tu perro, que ha estado esperándote durante largas horas, se vuelve loco y comienza a perseguirte por toda la casa pidiéndote que lo saques a la calle.

Te está diciendo claramente que quiere salir, que lo necesita. Sin embargo, tú te pones a hacer la comida, a limpiar o simplemente necesitas sentarte un momento a ver la televisión. 

Entonces tu mascota te mira con esos ojos de pena y parece rogarte que pienses en él, que lleva todo el día esperándote. “Ya vamos”, le dices, pero pasan los minutos y no terminas de cruzar la puerta de casa. Él espera, te mira y vuelve a esperar, y sigue esperando, y mantiene esa mirada de pena que desprende puro cariño, pero nunca parece desesperar.

Es entonces cuando te surge la pregunta… ''¿se agota alguna vez su paciencia?''

En Wamiz, hemos tenido ocasión de hablar con un experto en la materia, el veterinario y biólogo Felipe Vázquez Montoto, del Centro Veterinario CatDog, que apunta lo siguiente: 

''La paciencia de un perro es infinita porque no tienen''.

Esa es la razón definitiva que ayudará a su dueño a entenderlo mejor.

“Ellos no tienen paciencia. Ellos pueden agotar su capacidad de aguante, que orinen o defequen en la casa porque no aguantan más, que destrocen las cosas porque tienen ansiedad por salir y relacionarse, pero no tienen la percepción de paciencia como tenemos los humanos”, comenta.  

El perro tiene necesidades y su dueño debe ayudarlo

''El perro necesita salir y es lógico que manifieste un deseo incontrolable por cambiar de aires cuando lleva muchas horas sin hacerlo'', señala el veterinario. A lo que añade: ''a veces la insistencia del animal a veces puede llegar a ser molesta sobre todo si los perros son muy activos y nerviosos''. 

Un propietario que comparta su idea con un cánido de esas características sabrá que esa 'impaciencia canina' no la muestra únicamente cuando quiere salir a pasear sino también con otras acciones cotidianas (comida, juegos...), por lo que es conveniente que su dueño siga una serie de pautas a la hora de educarlo

“Si los perros no salen empiezan a volverse locos y tienen comportamientos psicopáticos. El único interés de los perros es comer todos los días y relacionarse con otros seres, dicho de otra forma, alimentarse y reproducirse, recuerda Vázquez Montoto.

paciencia perro con su humano
Un perro espera con paciencia. © Shutterstock

En este sentido, el doctor andaluz destaca que los perros son grandes observadores del ser humano y se pasan la mayor parte del día mirando a las personas, tanto a sus dueños como a las visitas que vienen a casa.

''Cuando salimos a pasear, también analizan a quienes se cruzan en su camino. Ellos nunca dejan de aprender'', subraya el experto. 

Además Vázquez Montoto asegura que los canes adultos son más tranquilos que los cachorros y esto se debe porque en ellos ya ha hecho mella la educación. 

''Los perros mayores tienen mayor capacidad de concentración porque son más tranquilos y sosegados. Es su forma de madurar'', sentencia. 

Sin embargo, el biólogo apunta que sus propietarios son sus referentes. ''Ellos tienen la clave para enseñarles ciertos modales y hay trucos para que aprendan a ser obedientes y pacientes sin necesidad de gritos ni castigos. Ante todo, hay que pensar que el perro nunca quiere fastidiarte ni estresarte.

Él muestra su alegría por pura satisfacción de verte, está contento porque sabe que la hora de salir a pasear o comer es inminente. De lo contrario, si no se alegrara por nuestra presencia, el perro tendría un problema, así que, ante todo, compréndelo. No reprimas su carácter alegre'', asegura. 

Cómo calmar a un perro impaciente

O dicho de otra forma, ''cómo calmar los saltos de alegría de un perro''. Los saltos de alegría e incluso los ‘ladridos felices’ son habituales en los perros cuando su ser más amado vuelve a casa.

''Reencontrarse con su dueño siempre es síntoma de felicidad para ellos''.

Ahora bien, los canes no entienden de horas y a veces conviene moderar su júbilo para no molestar a los vecinos, sobre todo cuando su cuidador vuelve a casa a horas intempestivas. En este sentido, existe un pequeño truco que relaja su ansiedad: 

''Si está saltando antes de acercarte a él, detente en seco. Cuando se apacigüe o se siente, sigue caminando y acércate hacia él lentamente. Si vuelve a saltar de nerviosismo, detente de nuevo. Anda únicamente hacia él cuando esté quieto'', asegura el veterinario.

Esta técnica también se puede emplear cuando vaya a salir a pasear. ''Si antes de salir de casa el perro se pone muy ansioso, que casi no deja que le coloques la correa, haz lo mismo. Detente en seco sin decir nada ni realizar ningún movimiento y espera a que pare e incluso se siente expectante a nuestra próxima reacción. Cuando lo haga, acércate nuevamente y colócale la correa.'El objetivo es que termine esperándonos en la puerta sentado porque entenderá que así saldrá antes a la calle.', sentencia el profesional. 

Y también a la hora de comer: ''La solución es idéntica. Pausa y tranquilidad en los movimientos. Mantén el plato en alto y no lo bajes hasta que el perro no esté tranquilo. Si al bajarlo vuelve a estresarse, plato para arriba otra vez. Es sencillo. El perro no tardará en aprender que es mejor esperar su ‘almuerzo’ sentado y con calma''. 

Estas pautas son y deben ser aplicables a todo lo cotidiano, a la vida diaria de nuestra mascota. El cuidador debe ser capaz de hacerle entender que la tranquilidad y la paciencia es una virtud, muy beneficiosa para todos los miembros de la familia.

Esta actitud por parte del propietario le dará a entender al perro que consigue lo que quiere siempre y cuando él esté relajado. En estos puntos se pone en juego tanto la paciencia del cuidador como la del perro.

''Si lo consigues, el perro aprenderá a ‘tranquilizar’ su alegría sin reprimir su carácter, entenderá que es mejor estar contento pero tranquilo que dar saltos de pura ansiedad'', apunta el biólogo. 

Normas básicas para educar a un perro sin perder la paciencia

Existen una serie de pautas a seguir en su educación sin menoscabar la paciencia ni la personalidad del perro: 

  • No le grites: Los perros no entienden por qué alzamos la voz, simplemente se asustan y odian las broncas.
  • Atención a tu lenguaje corporal: Los perros son observadores y atienden los movimientos y las señales gestuales antes que a las palabras. Por ello, es importante que le transmitas tranquilidad con tu lenguaje corporal. Ejecuta movimientos lentos y relajados y no te muestres nervioso ni ansioso.
  • Dirígete a él con calma y evita gestos bruscos y espasmódicos.
  • Los seis pasos para su correcta educación: coherencia, firmeza, paciencia, ejercicio, disciplina y afecto, en ese orden.
  • Identifica qué le pone nervioso: Antes de educarlo en este sentido, es necesario que conozcas al perro y reconozcas qué puede alterarlo.
  • Elige para su enseñanza ambientes con pocas distracciones: Así será mucho más fácil que se concentre en las órdenes que le dictas. 
  • No lo golpees jamás: Si le haces algún daño físico, el perro desconfiará de ti.
  • Dedícale tiempo, pero con entrenamientos breves: Su nivel de atención nunca se alarga más de 20 minutos, así que enséñale los trucos que te recomendamos durante ese tiempo como máximo.
  • Susúrrale al oído: Hacer esto estimulará su atención y te escuchará con más interés cuando le hables.
  • Mucha constancia: El perro no aprende de la noche a la mañana. Necesitas constancia y cierto empeño a la hora de aleccionar.
  • Mucha paciencia. La paciencia es clave a la hora de educar y entender a un perro. 
paciencia perro esperando a su dueño
Un perro esperando a su dueño. © Shutterstock

¿Por qué hay humanos que pierden la paciencia con su perro?

Hay muchos dueños que se quejan del estrés que le causa su perro por la intensidad de sus acciones. Más allá de enseñarle a ser más tranquilo y paciente, hay que saber que gran parte del estrés que se sufre viene provocado por el propio individuo.

Dicho de otra forma, el desgaste mental que sufre un dueño preocupado la mayoría de las veces es autoimpuesto.

Teniendo este importante factor en cuenta, el dueño debe saber que el perro no le culpabiliza ni le exige nada. Las personas responsables a menudo se achacan ciertas ausencias porque siempre quieren darle algo más a sus mascotas. Esto nunca será positivo. 

Vázquez Montoto se muestra muy pragmático a la hora de enjuiciar ciertos comportamientos humanos en su particular relación con sus perros y la ‘humanización’ de estos últimos: “Hay cosas que se nos están yendo de las manos. Se está intentando humanizar a los perros y no hay que olvidarse que siguen siendo animales, comenta.

¿Qué pasa si humanizamos a nuestros perros y gatos? La psicóloga, Vanessa Carral responde

Ahora bien... en muchas ocasiones, los dueños van a necesitar alguna que otra ayuda. Si crees que tienes demasiado trabajo encima o si pasas muchas horas sin poder volver a casa y tu perro está solo, nunca está de más que pidas ayudas a algún familiar o amigo.

Esa persona, que siempre deberá ser de confianza, podrá sacarlo a pasear, jugar con él y disfrutar de su compañía durante tu ausencia.

De esta manera; el perro no se sentirá tan solo, una parte de sus necesidades diarias quedarán cubiertas y no estará tan ansioso por hacer 'sus cosas' cuando tú llegues a casa. 

'Pasar tiempo de calidad con tu mascota es básico para reforzar el vínculo entre ambos'', asegura el experto. 
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