Que un perro tire de la correa es un problema muy común y muy molesto, sobre todo en el caso de los perros grandes, que tienen mucha fuerza y pueden ser difíciles de controlar.
Pero además de ser una molestia, un perro que tira de la correa también puede ser peligroso. En este caso, el peso del animal, aunque importante, no es decisivo.
Incluso un perro pequeño y ligero puede hacer caer a su dueño y hacerle daño, tirando repentina e intensamente cuando el cuidador está distraído o mira en la dirección equivocada.
Pero, ¿por qué tira un perro de la correa? ¿Por qué no debería hacerlo y cómo quitarle este mal hábito? Descúbrelo.
¿Por qué un perro no debe tirar de la correa?
Que un perro no debe tirar de la correa puede parecer algo obvio. Sin embargo, merece la pena profundizar en las razones por las que no debe hacerlo para ser plenamente conscientes del daño que causa y del beneficio que puede obtenerse si se erradica esta conducta.
Así pues, antes de considerar por qué mi perro tira de la correa, analicemos por qué no debe mostrar este comportamiento. He aquí los hechos básicos.
Peligro para los humanos
Como ya se ha mencionado, tirar de la correa puede ser muy peligroso. Cuando un perro tira de la correa, y sobre todo cuando lo hace de forma repentina, intensa e inesperada, puede provocar, por ejemplo, la caída de la persona que lo está guiando.
Hay un enorme número de historias de dueños de perros para los que un paseo con su mascota acabó en alguna caída más o menos grave.
Peligro para el perro
Ese momento clave de falta de atención, distraerse o dejar de ver perro durante solo unos segundos puede acarrear graves consecuencias si el perro, al tirar, rompe la correa o hace que el humano suelte la correa.
El perro puede ser atropellado por un coche o una bicicleta, por ejemplo, o ser atacado por otro perro, ya que el humano, al estar demasiado lejos, no podrá reaccionar con suficiente rapidez.
Otros posibles riesgos
El dueño debe ser capaz de controlar a su mascota, por su propia seguridad, la del perro y la de otras personas, perros y animales.
Si el perro, por un tirón persistente, acaba rompiendo la correa o hace que el dueño lo suelte, puede correr hacia las personas, incluidos, por ejemplo, niños pequeños, u otros perros, con los riesgos que esto implica.
Aunque el animal no haga daño a nadie, la situación puede seguir siendo desagradable y requerir explicaciones y disculpas.
Frustración en vez de relajación
Se sabe que el contacto con los animales calma y pone de buen humor, al igual que el contacto con la naturaleza. En consecuencia, salir a pasear con un perro debería ser sinónimo de mucha felicidad y relajación, pero...
Algunas personas se estremecen ante la idea de salir con su perro. Como el perro tira, el dueño renuncia a los paseos largos y pronto, el "paseo" se convierte en salir a hacer pipí en la esquina más próxima y de vuelta a casa.
Sin embargo, incluso durante esos breves minutos, pueden ocurrir muchas cosas cuando el perro tira de la correa. Cualquier tipo de relajación queda descartada, pues ni el perro ni la persona se benefician en modo alguno de un paseo así.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el deterioro de la relación humano-perro es solo cuestión de tiempo.
Por qué mi perro tira de la correa
Hay muchas razones por las que un perro tira de la correa. Algunas de ellas no son evidentes a primera vista y sorprenden a muchos propietarios.
He aquí los puntos clave que se deben conocer:
El perro no sabe caminar con correa
Esta es la primera causa y la principal. Los perros, aunque hoy en día estén lejos de sus antepasados salvajes y vivan en el mundo de los humanos, no nacen con un collar al cuello y una correa. En estado salvaje, nadie les lleva de esta forma.
Parecería obvio, pero el número de propietarios que acuden a adiestradores y especialistas en comportamiento con un problema relacionado con la correa es tan enorme que parece contradecirlo.
Pues bien, simplemente hay que enseñar al perro a caminar con correa.
La correa es muy corta
Esta es una razón igualmente común. La longitud óptima de la correa es de 5 metros (se puede elegir una un poco más corta, pero no debe ser inferior a 3 metros). Esta longitud proporciona al perro su"espacio", le da la posibilidad de explorar libremente su entorno y el propietario sigue teniendo la posibilidad de controlarlo y reaccionar con rapidez si es necesario.
Con una correa demasiado corta, el perro no podrá olfatear libremente. Algunas correas son tan cortas que basta con dejar que el perro se agache para que la correa se tense.
Las correas extensibles
Se trata de una correa automática con un mecanismo especial, con la que, para avanzar, el perro tiene que tirar de la cuerda atada al collar para que se desenrolle.
Al propietario le puede parecer que el mecanismo se desliza suavemente, pero el perro siente resistencia de cualquier manera y esto le enseña la sencilla regla de que si quiere ir a algún sitio, debe tirar.
Errores en la educación
En este tema, se considera, además de la ya mencionada negligencia a la hora de aprender a caminar con correa, el permitir los comportamientos caninos indeseables. La mayoría de las veces se trata de una acción totalmente inconsciente por parte del propietario.
El problema empieza desde cachorro. Un cachorro pequeño y mono forcejea torpemente con la correa, interesado por su entorno, intentando ir hacia el césped, otros perros o personas. El propietario, aunque no esté satisfecho con esta actitud, acepta el comportamiento.
Y el perro, al ver que su acción le permite lograr su objetivo, la reproducirá.
El perro tiene miedo
La mayoría de los cuidadores suponen que un perro tira de la correa para llegar a alguna parte, para alcanzar a alguien o algo. Sin embargo, los tirones pueden estar causados por el miedo, el pánico y el deseo de alejarse de alguien o algo, por ejemplo, otro perro, un humano, un sonido desagradable y repentino, etc.
Hay que tomar en cuenta que la mayoría de las veces, un problema como los tirones no tiene una única causa, sino que se compone de varios factores. Además de las causas mencionadas, hay muchas otras, como la curiosidad, el deseo de explorar el entorno, la alegría al ver a alguien o algo.
Aunque no mucha gente sea consciente de ello, un perro también puede tirar de la correa porque... ¡su humano camina demasiado despacio!
Los propietarios olvidan a veces que, al tiempo que exigen obediencia, paciencia, autocontrol y adaptación a su mascota, deben permitirle satisfacer sus necesidades.
Porque si las necesidades no se satisfacen, empiezan a surgir numerosos problemas.
Cómo hacer que mi perro no tire de la correa
Obligar a un perro a dejar los comportamientos no deseados es difícil, lleva tiempo y a menudo ni siquiera se alcanza el éxito. Así pues, ¿por qué no mejor entrenar al perro a no tirar y a pasear tranquilo, de modo que a partir de ahora solo haya paseos agradables y sin estrés para nadie?
Un perro estará mucho más dispuesto a aceptar el reto y aprender nuevos comportamientos, sobre todo si se le elogia y recompensa con golosinas por su buen comportamiento, que a aceptar que se le prohíban comportamientos hasta ahora repetidos sin descanso, como el hábito de tirar.
Hay que recordar que si el hecho de que el perro tire en los paseos es un agobio y no se ve la solución, es necesario consultar a un especialista en comportamiento canino.
Mi perro tira de la correa: César Millán aconseja esto
En este vídeo, el famoso experto en comportamiento canino César Millán explica a qué se debe el problema de que un perro tire de la correa y cómo afrontarlo.
¡Tiene subtítulos en español!
En conclusión
El perro aprende del humano, por eso el propietario debe asumir toda la responsabilidad sobre él.
Todo tipo de problemas de educación del can se deben la mayoría de las veces a la falta de comunicación (envío de órdenes y mensajes incomprensibles para el perro) y a la incomprensión de las necesidades específicas del animal.
El perro no es capaz de entender el habla humana, así que antes de exigirle algo, hay que averiguar cómo comunicarle lo que se espera de él. Se puede enseñar a un perro a andar con la correa sin tirar de ella, y muchas otras órdenes útiles, ¡siempre que se sepa cómo trabajar con el perro!