Spaniel tibetano
Otros nombres: Spaniel del Tíbet, Tibetan Spaniel

Se trata de un perro alegre y seguro de sí mismo, muy inteligente, más bien reservado con desconocidos, pero que se relaciona con facilidad. El Spaniel tibetano es muy despierto y activo, muy apegado a su amo pero con un lado independiente que lo convierte en un perro sereno de temperamento equilibrado.
Información principal sobre el Spaniel tibetano
Origen e historia del Spaniel tibetano
Criado desde finales de la Antigüedad en monasterios tibetanos, fue llevado por misioneros a Gran Bretaña a principios del siglo XIX. Se cree que proviene del cruce entre el Pekinés, el Carlino y el Spaniel japonés. La FCI reconoció de manera oficial la raza en 1961.
Grupo FCI
Grupo FCI
Grupo 9 - Perros de compañía
Sección
Sección 5: Perros tibetanos
Características físicas del Spaniel tibetano
Tamaño de un Spaniel tibetano adulto
Perra : Entre 25 y 26 cm
Perro : Entre 25 y 26 cm
Peso de un Spaniel tibetano adulto
Perra : Entre 4 y 6 kg
Perro : Entre 4 y 6 kg
Color del pelaje
Se admiten todos los colores, tonalidades y mezclas.
Tipo de pelo
El pelo es semilargo, sedoso, pegado al cuerpo del perro. El subpelo es denso, de pelo bastante fino.
Color de ojos
Son de color marrón oscuro.
Descripción
El Spaniel tibetano es un pequeño perro activo y vivaz. Su perfil general está bien proporcionado: el largo de su cuerpo es algo superior a la altura hasta su cruz. Los ojos tienen forma ovalada, son vivos y expresivos, de tamaño mediano, bien separados pero dirigidos hacia el frente. Las orejas son de tamaño mediano, colgantes, con flecos de pelo en los adultos e insertadas más bien altas. Se prefieren las orejas un poco despegadas del cráneo, pero no colgantes sobre las mejillas. La cola es de inserción alta, cubierta de abundante pelo y portada alegremente formando una curva sobre su espalda cuando el perro está en acción. No se penaliza la cola colgante hacia abajo.
Conviene saber...
Se lo conoce también como “Tibetan prayer dog” (“perro tibetano orador” en inglés), ya que los monjes, durante el invierno, llevaban a estos pequeños perros bajo sus túnicas y los utilizaban para hacer rodar las ruedas de plegarias.