La castración, cuyo nombre médico es orquiectomía, está indicada en felinos macho como una medida de control de la natalidad de esta especie, así como para la prevención de enfermedades prostáticas y neoplasias testiculares.
Esterilizar a un gato macho reduce el riesgo de adquirir enfermedad por infección viral como es el caso de SIDA felino y leucemia viral felina debido a que al esterilizar pues disminuye el impulso sexual del minino de intentar escapar.
Con ello se acaban las peleas callejeras con congéneres por hembras en celo o territorialidad. Con la esterilización también disminuye la conducta agresiva y el marcaje de territorio.
Asimismo, el olor de la orina se vuelve menos penetrante.
¿En qué consiste la esterilización de un gato macho?
La esterilización de un gato macho puede hacerse por medio de la vasectomía y/o la orquiectomía.
Esta última es la técnica más común de esterilización en felinos y consiste en extraer ambos testículos a través de una incisión que se realiza en el escroto (envoltura de piel que cubre y aloja a los testículos).
En la vasectomía solo se cortan los conductos por los que pasa el semen de los testículos al exterior, pero esta técnica ya no es habitual dentro de práctica clínica veterinaria.
Antes de realizar la orquiectomía se debe verificar que ambos testículos hayan descendido correctamente. Esto se hace por medio de la palpación del escroto ubicado en el área perineal (por debajo del ano).
De no estar presente uno o ambos testículos el felino se considera criptorquídeo, lo que significa que el o los testículos se encuentra retenido en el área abdominal o inguinal. Esto requiere que técnica quirúrgica sea ligeramente distinta respecto a la técnica habitual.
La edad promedio para realizar la esterilización en gatos macho es de 6 meses.
Cuidados en la herida de esterilización de un gato macho
El cuidado postoperatorio en gatos macho tiene una duración promedio de 7 a 10 días: todo dependerá del tiempo de cicatrización del felino.
Durante este tiempo, el minino deberá estar bajo tratamiento farmacológico a base de antibiótico y analgésico, para evitar infecciones sistémicas, en la herida y evitar el dolor postquirúrgico.
Es importante evitar que el felino se lama la herida, por ello el uso de collar o dona isabelina es indispensable las 24 horas del día, durante todos los días que el médico veterinario indique.
Asimismo, el cuidado de la herida de esterilización del gato macho es primordial: debemos revisar que siempre este limpia y sin ningún tipo de secreción.
Los puntos fundamentales a tener en cuenta son:
- Se recomienda realizar limpieza por lo menos dos veces al día.
- Se puede utilizar agua potable y jabón neutro para realizar el lavado de la herida.
- El uso y aplicación de antiséptico también es correcto.
- La herida siempre debe estar libre de secreciones mucopurulentas amarilla-verdosa y/o sanguinolenta, no debe tener olor desagradable y en caso de presentarse es necesario acudir de inmediato al veterinario.
La técnica quirúrgica de castración en gatos indica que la herida en el escroto puede no llevar sutura (puntos), debido a que es un tejido que tiende a inflamarse fácilmente, además de ser un área de rápida cicatrización.
Sin embargo, algunos médicos veterinarios optan por colocar puntos de sutura, lo cual también es correcto. El veterinario indicará si la sutura debe retirarse o no en un periodo de tiempo.
Otro factor que debemos considerar después la castración es que los animales esterilizados tienden a subir de peso fácilmente después de la cirugía, debido a los cambios metabólicos que esto conlleva.
Por esta razón, tener un control adecuado de la dieta y actividad física es indispensable para evitar que nuestro gato desarrolle sobrepeso u obesidad después de ser esterilizado.
La esterilización es parte del compromiso que adquirimos como tutores responsables del cuidado de una mascota. Es un procedimiento que traerá beneficios a futuro en la salud y bienestar del animal.
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Tratamientos de enfermedades felinas
