¿Cuáles son los mejores collares para gatos?
Aunque el collar no representa una auténtica necesidad, en especial en gatos domésticos, a algunas personas les da mucha tranquilidad que su mascota tenga uno, por lo que pueda pasar. Este puede tener, además de un papel de identificación y seguridad, un objetivo puramente estético.
Collares con GPS, collares antiparasitarios, antiestrangulamiento… La verdad es que existen numerosos modelos de collar para tu bola de pelo.
Antes de elegir el modelo ideal, ten en cuenta el tamaño del cuello del animal y para qué quieres exactamente el accesorio.
Si lo quieres como objeto identificador, opta por un collar con placa personalizada de acero inoxidable.
También puedes elegir un collar con bandas reflectantes brillantes en la oscuridad para que se vea bien al gato por la noche.
¿No te fías de tu bola de pelo cuando sale de casa? Decídete por un collar con GPS integrado para seguir a tiempo real desde tu smartphone los movimientos de tu mascota.
Elijas el collar que elijas, asegúrate de que el modelo elegido cuenta con un sistema de cierre antiestrangulamiento. Descubre nuestra guía de compra y nuestra selección de modelos.
Índice
¿Para qué sirven los collares para gatos?
Los collares pueden servir para más cosas que como simple accesorio identificativo, aunque esta es su principal utilidad.
Si el animal se pierde, la persona que lo encuentre podrá contactar contigo enseguida gracias al número de teléfono grabado en su placa.
Estos collares suelen estar confeccionados con aceites esenciales y garantizan una duración de varios meses.
Por último, si vives en piso y te gusta pasear con tu mascota de vez en cuando, el collar permite enganchar la correa al collar del animal.
Hay quien prefiere decidirse por un collar puramente estético para darle un toque de estilo a su mascota.
¿Collar o arnés?
El collar y el arnés no tienen exactamente la misma utilidad. Para empezar, el arnés solo sirve para poder enganchar la correa antes del paseo, mientras que el collar se utiliza principalmente para poder identificar al animal.
A la hora de pasear, ten en cuenta que el collar concentra toda la presión en la zona del cuello, mientras que el arnés ayuda a repartirla por todo el cuerpo, reduciendo el riesgo de estrangulamiento.
Solo los collares proponen un sistema antiestrangulamiento y otro de cierre con presión. Eso sí, existen innumerables modelos de collar y de arnés.
¿Cómo se le pone un collar a un gato?
Procura que el collar no esté ni demasiado suelto ni demasiado ajustado. En el primer caso, no serviría de nada, ya que tu gato se agobiará y se lo terminará quitando.
Asimismo, empezará a frotarse el collar contra el cuerpo y se irritará la piel.
Si, por el contrario, está demasiado ajustado, el collar puede comprimirle la tráquea y las vías respiratorias.
A medida que tu mascota vaya creciendo, puede que vaya necesitando modelos más grandes de collar.
Collar para gatos: precauciones
Si tu gato ya está crecidito y le colocas un collar por su seguridad, puede que el animal no se lo tome nada bien y te lo haga saber a golpe de zarpazos y mordiscos.
Para evitar esta situación nueva que le provoca tanto estrés e incomodidad, deja que huela y juegue con el collar durante los primeros días.
Es muy importante que busques un modelo de collar antiestrangulamiento para evitar cualquier accidente.
Piensa que los gatos son animales de lo más aventureros a los que les encanta saltar, explorar y meterse por todos los rincones.
El sistema de cierre de los collares antiestrangulamiento se desbloquea en cuanto el animal hace un poco de fuerza. Esto puede evitarte grandes sustos con tu bigotudo Indiana Jones.
El primer collar de mi gatito: consejos
Si es la primera vez que tu gatito ve un collar, haz lo mismo que con un gato adulto: deja que el animal huela y manipule el collar durante unos días hasta que entienda que es inofensivo.
Tras unos días, colócale el collar a tu gatito, pero sin abrochárselo. Repite la operación hasta que a tu bola de pelo ya no le cause rechazo.
Las siguientes veces, abróchale el collar durante diez minutos. Al cabo de unos días, el animal ya estará preparado para llevarlo puesto.