Desde extrañas armas de fuego pasando por bebidas alcohólicas artesanales, estos son solo algunos de los objetos más extravagantes que la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) de Estados Unidos ha encontrado en las maletas de los pasajeros en los aeropuertos, tras pasar el equipaje por la máquina de rayos X como marca el protocolo.
Durante el otoño del 2022, los operarios se quedaron a cuadros tras revisar la maleta de un pasajero que viajaba a Orlando (Florida) desde el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York.
Un gato dentro de la maleta
En el control rutinario de equipaje, los agentes se percataron que en el monitor de la máquina de rayos X se podía visualizar la silueta de un gato que ocupaba toda la parte superior de la maleta.
Inmediatamente, uno de los funcionarios de TSA abrió el bulto con el objetivo de descartar que se tratase de un caso de maltrato animal y descubrir la verdad de aquel asunto. Para su sorpresa, el operario comprobó con sus propios ojos que la figura sí se correspondía con la de un felino real. Este había sobrevivido varias horas dentro del equipaje e incluso parte de su pelaje sobresalía entre la cremallera.
''La maleta fue abierta por un empleado de la TSA, que se sorprendió al ver un gato naranja vivo dentro'', señaló la representante de la Administración para la Seguridad de Transporte, Lisa Farbstein, al Washington Post.
Y añadió que el gato estaba completamente sano.
Pura casualidad
Aunque a primera vista los agentes pensaron que la persona metió de manera voluntaria al felino en su maleta, la TSA pudo confirmar que se trataba de un descuido. Al parecer, y según explicó el propietario del bulto, el gato se metió en el equipaje buscando un lugar cómodo donde descansar y él no verificó su maleta antes de salir de casa.
Además, el individuo no dudó en señalar, a tenor de las palabras de Farbstein que "no era su gato, pertenecía a otra persona en su hogar".
Tras el incidente, el animal pudo volver a su casa sano y salvo, porque si los agentes no lo hubieran reconocido en el control, lo más probable era que no hubiese sobrevivido al vuelo.