Franek es un gato macho que ha pasado por un duro comienzo.
Mucho más de lo que los voluntarios del refugio polaco Arka dla Zwierząt esperaban cuando llegó a su cuidado a principios de este año.
La historia de Franek
El felino llegó a la fundación en un estado lamentable. Demacrado, con un ojo atrofiado, era solo piel y huesos.
Tras tres meses con su familia temporal, fue adoptado por Róża y Samuel, quienes empezaron a ofrecerle el amor del que jamás había recibido.
Pero pocos días después de mudarse a su nuevo hogar, su nueva cuidadora palpó unos inusuales bultos bajo su piel. Sin pensárselo dos veces, lo llevó inmediatamente al veterinario.
Unos bultos muy raros
El veterinario confirmó que había algo raro bajo la piel del gato. Cuando realizó la radiografía, se llevó las manos a la cabeza: el gato estaba completamente acribillado a perdigones.
No se sabe con certeza si hay más perdigones que no se vieron en la primera radiografía.
Por el momento, el gato tendrá que someterse a unas cuantas operaciones para extraer todos los balines.
Ahora, la fundación está intentando averiguar quién pudo haber cometido este acto.