Todas las personas que viven con algún animal en casa saben que muchos accidentes son inevitables. Es probable que tu gato rasgue un sillón o tire algún vaso al suelo; o si tienes un cachorro, quizá destruya algún zapato o calcetín. ¡Son unos trastos!
Un error imperdonable
Lolo es un pastor australiano de 8 años que vivía feliz con sus propietarios, quienes lo adoptaron hace 4 años en una asociación. Sin embargo, cometió un error que estos no pasarían por alto.
Lolo siempre ha sido un perrito bastante agitado, pero nunca había habido ningún problema en casa. Un par de semanas antes del incidente, Lolo comenzó a parecer más ansioso de lo normal, hasta tal punto que ni siquiera quería salir a pasear.
De acuerdo con los propietarios, Lolo fue castigado y llevado a la cesta donde dormía, pero al no entender la situación, intentó salir.
La mujer le riñó, señalándole un rincón para que se quedara quieto. En ese preciso momento, Lolo tuvo una reacción que no se le perdonaría: instintivamente, le mordió el dedo.
El perro es abandonado
Tras 4 años viviendo juntos, el propietario de Lolo llamó a la Asociación francesa Association d'Aide des Chiens de Berger, donde había sido adoptado.
Por desgracia, Lolo tuvo que regresar al refugio y ahora busca un hogar donde le brinden el amor y la comprensión que necesita.
La historia de Lolo fue compartida hace unos días a través de la página de Facebook de la asociación:
De momento, Lolo no ha sido adoptado, pero se espera que pronto encuentre una familia que le ayude a superar su ansiedad con ayuda profesional.