Martin K., natural de Villach, Austria, no daba crédito a lo sucedido. Cuando su gata regresó a casa al día siguiente de su habitual salida nocturna, lucía una cicatriz reciente en el costado izquierdo.
Al parecer, Meine fue operada sin su consentimiento. El tipo de intervención realizada hace el asunto aún más misterioso, ya que la gata ya estaba esterilizada de antes.
¡Gata operada por un desconocido!
Para Martin K., quien además de Meine tiene otra gata llamada Deine, lo ocurrido es completamente inexplicable. Al fin y al cabo, se nota perfectamente que sus dos felinas no son gatas callejeras.
El dueño, conmocionado y enfadado
Todo comenzó cuando Martin R. un día notó algo en el vientre de su gata, estaba "como afeitada". Pero no le dio mayor importancia: "Pensamos en un eccema, la otra gata ya lo había tenido".
Pero al día siguiente, llegó el shock: Meine tenía el vientre completamente afeitado y en él lucía una herida quirúrgica reciente, cosida con varios puntos.
Hasta ahora, ninguna pista clara
Aunque en la región de Carintia, donde se encuentra Villach, existe desde hace tiempo una campaña gratuita de castración de gatas callejeras, para ello hay que demostrar que se trata de una gata sin familia.
Por otro lado, si se tratase de una intervención privada, el desconocido habría tenido que pagar de su propio bolsillo unos 150 euros por la intervención en una clínica veterinaria.
¿Una broma pesada o algo más? Por el momento, Martin no ha querido presentar ninguna denuncia.