Frida y Fígaro tienen dos años y hasta hace poco vivían felices en Valladolid junto a Ana, su mamá humana.
Ana era maestra de pedagogía inclusiva y una mujer que transformó su discapacidad en fuerza y ejemplo. Padecía distrofia muscular congénita y utilizaba respirador las 24 horas del día, pero eso nunca le impidió sonreír, enseñar y tender la mano a los demás.
Frida y Fígaro, hijos de una luchadora
Falleció la noche del 4 al 5 de octubre, a los 38 años, dejando una huella imborrable en quienes la conocieron. Desde la asociación 113 Motivo Animales, que la acompañó en la adopción de Fígaro, recuerdan su determinación y ternura:
Sabíamos que su cuerpo era frágil, pero tenía un espíritu de hierro. Ella tenía tanto derecho a adoptar como cualquiera de nosotros".
Ana ya convivía con su gatita Frida y quiso darle un hermanito para compartir juegos y cariño. Adaptó su casa, protegió ventanas y estudió sobre comportamiento felino.
"Le disteis la vida los últimos dos años con su querido Fígaro", dice su madre Carmen en agradecimiento a la asociación con unas.
Frida y Fígaro buscan un hogar juntos
Ahora, tras su pérdida, la asociación 113 Motivo Animales busca una nueva familia para ellos.
Frida y Fígaro son dos gatos nobles, cariñosos y acostumbrados al calor del hogar. Quien los adopte debe saber que "son los hijos de una guerrera" y que merecen seguir recibiendo el mismo amor que ella les dio.
El legado de Ana vive en los ojos de Frida y Fígaro, que aún esperan volver a sentirse en casa ❤️🐾.