La tierna imagen de este perro asomando su hocico tras un cartel escrito a mano, está removiendo conciencias en Instagram como si fuera una especie de bofetada emocional en plena época prenavideña.
Si no me van a cuidar toda mi vida, no me regalen por Navidad. No soy un juguete. Gracias".
Es el mensaje que se lee en el cartel. Simple y todavía recordatorio necesario.
Un perro no es un juguete de Navidad
La publicación cuenta con miles de reacciones y centenares de comentarios, entre los que cae alguna confesión: "Yo le regalé uno a mi hija y lo cuido yo. Es mi bebé y ahora él su hermano".
Normalmente, cuando se habla de regalar un perro o gato por Navidad, suelen ser comprados, por aquello de "que sea de raza". En un artículo anterior de Wamiz España quedó claro que los perros de raza también sufren abandono.
La mayoría de los comentarios en la publicación aplauden el cartel y subrayan su mensaje: "Son seres vivos que sienten y padecen, necesitan cuidados diarios"; "Tal cual, si no se comprometen, cómprense un peluche".
Cada Navidad protectoras, refugios y particulares concienciados les toca lanzar de nuevo este mensaje.
Hay gente que sigue considerando a los perros y a los gatos como un regalo de Navidad. Y la experiencia de quienes se dedican a rescatarlos de las calles dice que, justo tras esta época, aumentan los abandonos de animales.
Muchos cachorros acaban en protectoras cuando dejan de ser esa novedad tierna y empiezan a comportarse como lo que son: seres vivos que necesitan tiempo, paciencia, dinero y compromiso.
Adoptar es un acto consciente, no impulsivo
Perros y gatos no deberían ser sorpresas bajo del árbol. No son experiencias de temporada ni objetos que se pueden devolver en tienda cuando ya no encajan.
Las protectoras y asociaciones recuerdan cada año que los animales sienten, sufren y forman vínculos profundos con sus familias.
Ojalá en estas fechas el mensaje cale más que nunca: si no puedes comprometerte con todo lo que implica compartir tu vida con un animal, lo más responsable es no traerlo a casa.
Una decisión consciente puede evitar un abandono y cambiar una vida para mejor.