Durante seis años Anna y su perro, de nombre Sebastian, fueron un dúo inseparable. Durante todo ese tiempo, ambos compartieron momentos de alegría y tristeza dejando claro que juntos serían invencibles.
Por desgracia, la vida decidió separarlos. El perro, de manto marrón, negro y con alguna mancha blanca, falleció el pasado mes de octubre.
El destino rompió el corazón de Anna en mil pedazos y aún no ha podido recuperarse del duro golpe; según ella misma cuenta en su perfil de Facebook.
Con el paso de las semanas y los meses, la dueña de Sebastian pensó en la forma de rendir homenaje a su mejor amigo. Una manera, a su modo de ver, de tenerlo presente a diario. Y discurrió algo que su perro adoraba hacer con ella:
Un tatuaje en honor a su mascota
Así que decidió tatuarse el pequeño hábito de su mascota: "Quería algo que estuviera siempre conmigo, pasara lo que pasara, y un tatuaje me pareció perfecto'', apuntó la mujer. Dicho y hecho:
Ahora, cada vez que Anna se mira el brazo, piensa en su mejor amigo. Un gesto simbólico que la ha ayudado a lidiar con su dolor.
El vínculo entre un perro y su dueña es indestructible: