Un perro que se cuela bajo la mesa mientras una persona se dispone a cenar. Atraído por el olor de la comida, asoma su hocico entre las piernas y pone esa cara, casi de chantaje, de “dame un trozo, por favor”. ¿Resulta familiar, verdad 😜?
El perro del anuncio de Burger King
Esa escena, tan cotidiana para aquellos que tenemos perro, es la que protagoniza Pecas en el último anuncio de Burger King, un chucho de 7 años de edad que vive en Granada y trabaja como perro de terapia en diferentes centros sanitarios de la provincia.
El rodaje
Pese a que los perros son expertos en colarse bajo la mesa cuando hay comida, rodar el anuncio en Barcelona tuvo... cierta complicación 😅. “Yo estaba más nervioso que Pecas”, confiesa su humano, el educador canino Nicolás Montes.
“Pasar por debajo de la mesa y estar quieto en una posición, ¡controlado! Pero Pecas no se quedaba entre las piernas de la actriz como se ve en el anuncio. Solo permanecía quieto conmigo”, recuerda Nicolás en su relato a Wamiz España.

Así que al educador canino le tocó… ¡ponerse los pantalones de la actriz! “Aunque apretados, me entraron”, dice entre risas. “Con señas y comida, logramos que Pecas pusiera esa carilla sonriente”.
No era su primera vez frente a una cámara
Aparte de salir en el anuncio de Burger King, Pecas ya tuvo otro momento televisivo. El perro aparece en la película ‘Terminator: Dark Fate’, escena rodada en Madrid donde hace de perro de la protagonista:
Hace dos años gracias a mi compañero y amigo Sergio Tallón, Pecas y yo vivimos una de las experiencias más glamurosas de...
Posted by Nicolás Montes Medina on Saturday, May 30, 2020
De cachorro abandonado a perro de terapia
Hace ya 7 años que la vida de Pecas cambió. Era un cachorro abandonado en Padul, un pueblo de Granada. “Un día paseando con mis perros, salió de debajo de un coche. Estaba muy asustado y era muy pequeño”, cuenta Nicolás.
Empezó a jugar con los que se convertirían en sus hermanos perrunos. “El animal estaba muy débil. Tenía las orejas llenas de garrapatas, una herida en el lomo… y me lo llevé a casa”.
En un principio Nicolás hizo lo posible por buscarle una adopción. Sin embargo, Pecas conquistó su corazón. “Empecé a trabajar con él. Aprendía mucho y muy, muy rápido”. Tanto que forma parte de su familia y de su grupo de terapia con perros.
“Pecas es un apoyo en las sesiones. Ayuda a que los usuarios tengan una mayor predisposición positiva, junto con Padi, Garbanzo y Rufino. Jamás en la vida estaré tan agradecido por tener tanta suerte con estos perros”.