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gata y gatita
© OlegD / Shutterstock

Su gata llega a casa con un animal: cuando entiende qué pasó se echa a llorar

Por Mónica González

Publicado el

Esta gata salió de su casa y cuando volvió, no lo hizo sola. El animalito que traía consigo fue toda una revelación en la casa...

 

Una gata de cuatro años llamada Posey salió de su casa para dar un paseo.

La habían adoptado antes de que cumpliera un año y aunque ya no es una callejerita, de todos modos disfruta salir de vez en cuando a dar una vuelta y en esta ocasión, se quedó varias horas afuera.

Cuando volvió, estaba acompañada por una gatita bebé que la seguía a todos lados.

¡Te presento a Meesy, Mamá!

Antes de que los caminos de estas gatitas se cruzaran, Posey era una gata callejera que llegó a la casa de una buena persona, con sus tres gatitos, aunque ella misma no era todavía adulta.

Claudia Wright, propietaria de la casa, no pudo decirle no a la familia felina que tanto la necesitaba y les dio la bienvenida con los brazos abiertos.

Ayudó a la mamá a cuidar a sus bebés y le encontró a todos buenos hogares cuando fueron lo suficientemente mayores.

Se quedó con Posey, quien se ganó un lugar en el corazón de Claudia, y se convirtió en parte permanente de su familia.

Meses más tarde, Posey sorprendió a sus humanos un día cuando vieron a una pequeña gatita sin hogar que había seguido a su gata a casa.

Posey y su nueva bebé.© Claudia Wright

Claudia nunca había visto a la gatita por el vecindario. Sospechaba que era una gatita huérfana, pero ahora había elegido a Posey como su nueva mamá.

Un vínculo indisoluble

Sin duda, la pequeña gatita le recordó a la gata atigrada a sus propios bebés. Posey de inmediato asumió las tareas de crianza, cuidando y acicalando a la pequeña gatita de 7 semanas como si fuera suya.

Cuando Meesy no estaba comiendo, siempre estaba acurrucada con Posey y a ésta parecía gustarle también la compañía de la pequeña.

Las dos mininas acurrucadas.© Claudia Wright

Se hizo muy claro que ambas se habían unido y ya no podían ser separadas. Meesy necesitaba una mamá, y Posey extrañaba a sus gatitos. Ahora se tienen la una a la otra para siempre.

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