¿Qué es eso?
Hoy nos llega una preciosa historia de supervivencia, un ejemplo a seguir del espíritu de algunas personas todavía capaces de hacer lo que sea para salvar a animales cuyas vidas corren serio peligro. Aún quedan muy buenas personas en este mundo.
El hallazgo tuvo lugar en pleno océano Atlántico, cerca de la costa canadiense de Labrador. Allí, un barco pesquero avistó una extraña criatura en la parte superior de un iceberg que flotaba mar adentro. Mallory Harrigan y su novio, Cliff Russell, estaban pescando cangrejos cuando se dieron cuenta de la situación. Era evidente que aquella criatura asustada lo estaba pasando mal, se movía en círculos sin poder salir de aquel agónico islote de hielo en mitad del mar y había comenzado a ser atacada por algunas gaviotas de la zona, realmente agresivas en estos entornos.
En principio pensaron que se trataba de una cría de foca, después se acercaron y les pareció distinguir la figura de un perro. Al aproximarse a pocos metros lograron comprobar que se trataba de un zorro polar. "Probablemente estaba buscando algo de comer, el hielo se rompió y se quedó solo a bordo del iceberg", recuerda Mallory. Su situación era completamente límite y sus posibilidades de supervivencia prácticamente nulas.
Un rescate muy complicado
La pareja se acercó con su barco e intentó ayudar al animal, primero sin éxito. "Al principio intentó huir de nosotros, nos costó mucho convencerlo. Tuvimos incluso que romper el hielo. Luchó por escapar hasta que ya no pudo moverse y le metimos en el bote".
El pobre animal estaba terriblemente asustado. "Se quedó en una esquina porque estaba demasiado débil para hacer nada y durmió la mayor parte del camino. Cuando llegamos se puso un poco nervioso, pero cuando le dimos algo de comer ya se quedó más tranquilo". Finalmente, la pareja dejó al animal descansando en un refugio cercano que posteriormente le devolvió a la naturaleza.
El zorro polar es un pequeño mamífero que se parece mucho a un perro, nativo de las regiones árticas del hemisferio norte. Está adaptado a vivir en ambientes fríos, y es conocido por su pelaje grueso y cálido que también se usa como camuflaje. Los zorros árticos solo viven 3-4 años en la naturaleza y su cuerpo tiene una forma redondeada para minimizar la pérdida de calor corporal. Este animal se alimenta de criaturas pequeñas como roedores, crías de focas, peces, aves acuáticas y marinas.